En la tarde de ayer, el Real Zaragoza disputaba un enfrentamiento importante no solo por los tres puntos en juego, sino para demostrar que las buenas sensaciones en cuanto a juego desplegado por parte del equipo no eran un mero espejismo. Y confirmar de esta manera la reacción zaragocista.

En frente, el equipo blanquillo tenía al Málaga CF, que llegaba a la Romareda en 4º lugar tras sufrir una dolorosa derrota frente al Reus. Y eso se vio reflejado en una revolución en el once titular boquerón, ya que contó con hasta cuatro novedades en el once titular respecto al partido anterior. Dejando en el banquillo a jugadores como Juampi Añor, Jack Harper, Pacheco o Adrián González.

Por su parte, Víctor Fernández solo hizo una modificación en el once, dando entrada al lateral Alberto Benito en detrimento del canterano Julián Delmás.

En cuanto al partido, el Real Zaragoza se adueñó rápidamente del control del balón, siendo así durante el resto del partido. Lo cual hizo que el equipo aragonés acabara con un 66% de posesión tras el pitido final. Sin embargo, la posesión del balón no iba de la mano de llegadas constantes a la portería rival como en las dos jornadas anteriores. Culpa de ello tuvo la gran defensa malagueña, que en algunas situaciones incluso llegó a plantear una línea de hasta seis defensores y unas líneas bastante juntas, las cuales el equipo blanquillo no podía apenas atravesar. De ahí, que la cifra de disparos realizados bajara de 29 en el enfrenamiento anterior en casa frente la Extremadura UD a 17 en la tarde de ayer.

Y cuando se conseguía sobrepasar el muro infranqueable boquerón, la ansiedad y mala puntería del delantero zaragocista Marc Gual condenaba al Real Zaragoza. Siendo esta, una de las claves más importantes de la derrota zaragocista, ya que Marc Gual gozó de varias ocasiones tanto para adelantar, como para empatar el encuentro. Sin embargo, ayer al delantero de Badalona no le salió nada, e incluso llegó a fallar un mano a mano. Por contra, el Málaga CF fue bastante más efectivo realizando tan solo dos tiros a puerta y acabando ambos en gol.

Además de la falta de puntería, las bajas de Javi Ros, que se retiró lesionado por culpa de una entrada durísima de Bare y la de Raúl Guti, que se retiró en el descanso, junto con la entrada de jugadores de gran calidad en el Málaga CF como Juampi Añor o Adrián González, autor del segundo gol, hizo que el Real Zaragoza no fuera tan superior como en la primera parte.

Otra de las ausencias que se notaron fue la de Giorgi Papunashvili, el cual con su juego eléctrico podría haber ayudado a desbarajustar la ordenada defensa malagueña.

Por otro lado, el Málaga CF, se aprovechó de la debilidad a balón parado del Real Zaragoza, que ayer quedó de manifiesto una vez más. No solo en el gol de Ricca, que remató sin ningún tipo de oposición, sino en otras jugadas dónde los jugadores visitantes se encontraban libres de marca.

Y por último, en cuanto a temas ajenos al juego, el colegiado del encuentro pecó de ser demasiado permisivo con el conjunto andaluz. Así se lo hizo saber una Romareda enfadada, que no entendía cómo el equipo visitante seguía teniendo once jugadores sobre el terreno de juego a pesar de las faltas constantes y, en algunos casos, entradas bastante duras como la que produjo la lesión de Javi Ros.

A pesar de todo, el Real Zaragoza no mereció perder el encuentro, ya que propuso mucho más juego que el rival, aunque la falta de puntería y la debilidad defensiva a balón parado acabaron con las esperanzas del equipo blanquillo de mejorar la primera vuelta del año pasado en cuanto a puntos. Además de todo esto, el trabajo tanto de Víctor Fernández como la implicación de los jugadores está siendo excelente, y así se lo hizo saber la afición, que despidió al equipo entre aplausos a pesar de la derrota.