Cada mercado invernal es diferente, imprevisible, novedoso, pero sobre todo alarmante. Alarmantes los fichajes, cuando algo va mal. En este caso, en mitad del curso, equipos que ven que sus objetivos a largo plazo pierden contundencia, se ven debilitados o pierden forma, acuden al mercado en busca de piezas que completen su puzzle, que mejoren lo que existe, que los hagan triunfar.
No pierde importancia el tema de los lesionados de gravedad, cuyos objetivos son reaparecer a largo plazo, bien porque han tenido que pasar por quirófano, o bien porque no terminan de levantarse.
La SD Eibar, un club con un presupuesto inferior al de muchas entidades de la máxima categoría del fútbol español, por no decir el que menos hasta la llegada por ejemplo del Huesca (quién milita en Primera División por primera vez en su historia), ha sabido reaccionar en cuanto a la llegada de nuevos efectivos; antes del comienzo de la temporada 2016/2017, la SD Eibar logró la contratación de todo un sueño, un crack, un mago; nada más y nada menos que la de Pedro León. El murciano atesora una calidad increíble, innegociable, y por entonces llegó con 27 años, una edad madura y perfecta para tomar el liderazgo de su nuevo equipo, la SD Eibar.
Las diversas lesiones que ha sufrido lo han lastrado a la miseria. En Eibar no se duda de su calidad, pero poco a poco se ha ido perdiendo la ilusión por verlo brillar, debido a los serios contratiempos que ha tenido que afrontar desde su llegada.
También hay que tener en cuenta, que como en todo club, la SD Eibar no ha acertado en alguno de sus fichajes en los últimos tiempos; Pablo De Blasis, por ejemplo, no está cuajando una temporada exquisita. Quién lo está haciendo bastante bien es Fabián Orellana, quién se ha ganado la confianza del míster a pulso, demostrando que puede ser el líder en ataque de esta SD Eibar, dando muestras de su calidad y veteranía en Primera División.
El chileno llegó en calidad de cedido en la 2017/2018, curiosamente en el mercado invernal, y volvió a final de temporada a su club de origen, el Valencia CF. Por allá entonces, por el préstamo, el club armero abonó una cantidad cercana al medio millón de euros. Antes del comienzo de la próxima edición de la que hoy es La Liga Santander, el club guipuzcoano se hizo con los servicios del futbolista que hoy tiene 32 años, por el coste de 2M€. Desde entonces, es un fijo en las alineaciones de José Luis Mendilibar.