El Espanyol recibe la visita del Villarreal mientras atraviesa un momento muy complicado. Los hombres de Rubi han finalizado la primera vuelta con los mismos puntos que la pasada campaña en estas mismas fechas y la sensación de mejora se está esfumando al comprobar que a nivel de resultados el equipo no ha dado el mismo salto que a nivel de juego.

Ninguno de los dos equipos tiene una buena dinámica esta temporada, de hecho ocupan posiciones inesperadas si tenemos en cuenta las sensaciones que daban ambas plantillas después de la pretemporada. El Espanyol es décimo, suma 24 puntos, encontrándose a dos puntos de puestos de Europa League y a cinco del descenso.

Por su parte, el Villarreal se ha encontrado con una situación peligrosa. El equipo de Castellón ocupa una de las plazas de descenso y suma únicamente 17 puntos. Está a cuatro de la salvación, pero su irregularidad no invita al optimismo. 

Borja Iglesias en el entrenamiento. Foto: Web RCD Espanyol.
Borja Iglesias en el entrenamiento. Foto: Web RCD Espanyol.

Los amarillos no ganan un encuentro de liga desde su victoria en casa ante el Real Betis por 2-1. Ese partido se disputó el 25 de noviembre, se cumplen casi dos meses. Ha alternado partidos muy malos como la derrota en casa ante el Celta y también ha merecido algo más como, por ejemplo, en el empate en el Estadio de la Cerámica ante el Real Madrid. 

Crisis de resultados

La pasada campaña el entrenador Quique Sánchez Flores fue muy criticado: se decía que no era capaz de sacarle rendimiento a la plantilla y que el juego aburría. Lo cierto es que al terminar la primera vuelta del Campeonato Nacional de Liga se han conseguido los mismos puntos esta temporada que la anterior.

Pese a ello, se ocupa una mejor posición en la tabla y la sensación en cuanto al juego ha mejorado notablemente. El cambio de esquema y la apuesta por Marc Roca y Granero en el centro del campo es el principal cambio, el equipo juega de una manera más global en cuanto a la construcción de la jugada y se tiene más el balón.

Aún así, el equipo ha bajado mucho el rendimiento en lo que a resultados se refiere si tenemos en cuenta el magnífico inicio de Liga. Siete victorias, tres empates y nueve derrotas es el registro tras la primera vuelta, algo decepcionante ver como los periquitos se han desinflado. 

Dependencia del goleador

Pero tiene el mismo problema principal que la pasada campaña: únicamente el delantero centro tiene capacidad goleadora. 

El curso anterior, el encargado de perforar la red de los rivales era Gerard Moreno: marcó 16 goles en Liga, el resto de sus compañeros sumaron únicamente 20. En esta campaña ese rol lo ha asumido Borja Iglesias. El gallego cuenta en su casillero con nueve tantos, casi los mismos que lleva conseguidos el resto del equipo (12)

Granero en la ida de la Copa. Foto: Web RCD Esoanyol.
Granero en la ida de la Copa. Foto: Web RCD Esoanyol.

Los hombres de segunda línea y los jugadores de banda deben ser mucho más incisivos y, al pisar área, sorprender. Hay jugadores con capacidad para ello: Sergio García, Granero o Darder han demostrado que tienen gol en otras ocasiones y el equipo está echando en falta sus aportaciones ofensivas.

Eliminatoria abierta

Ya lo dijo Rubi: "La eliminatoria está al 50%". Después de desperdiciar un 0-2, el Espanyol terminó empatando. Ahora deberá rematar la eliminatoria ante un rival que, a priori, tiene otras prioridades ya que su puesto en liga preocupa.

Si el Espanyol es capaz de regresar al momento de juego que se vio durante el arranque de esta temporada, los berceloneses podrán seguir soñando con la Copa. La situación actual empieza a molestar a gran parte de la afición y la mejor manera de cambiar las cosas es con el pase a cuartos que podría dar alas a una plantilla que ha demostrado que es capaz de practicar un fútbol de muy alto nivel.