En los cerca de 90 años de historia que tiene el Real Zaragoza, si hay algo que siempre ha destacado en sus equipos ha sido la gran calidad y pólvora que han tenido sus atacantes. Podríamos hacer una nómina de delanteros ilustres que han pasado por las filas zaragocistas y no acabaríamos nunca, pero ahí van unos cuantos (Diego Milito, Villa, Esnáider, Milosevic, Morientes, etc.)

Nombres interesantes, ¿verdad?

Pues bien, de las dos características nombradas (calidad y pólvora), a Marc Gual le sobra la calidad y le está faltando pólvora. Y no es porque no tenga (dos temporadas atrás anotó 14 goles y dió 5 asistencias en tan solo 24 partidos con el Sevilla Atlético), sino que, a mi modo de ver, le está pudiendo la ansiedad de marcar y la exigencia que lleva vestir la camiseta del león rampante.

Recordemos que en verano hizo todo lo que estuvo en su mano para llegar a Zaragoza y así se lo recompensó la afición zaragocista, tanto en su presentación, como en las redes sociales con mensajes de agradecimiento.

Pero vayamos a lo importante, ¿cuál es la razón de que acumule casi dos meses sin anotar? Minutos tiene de sobra y ocasiones, también. Pero aquí hay algo que hay que remarcar, las ocasiones van a quienes las buscan y a Marc Gual no se le puede achacar que no lo intenté. Aunque no esté aportando muchos goles, Gual le da al equipo bastantes aspectos positivos que a simple vista no se ven, ya que, como es lógico, a un delantero se le valora en función de los goles que aporte al conjunto.

Pero los continuos desmarques que realiza, provocan que se abra un espacio o bien una ocasión para él, pero como ya hemos dicho no está teniendo suerte de cara a puerta.

Parece muy fácil decirlo, pero a la que marque en dos jornadas consecutivas, Marc se destapará, pero para ello le tiene que entrar el balón y se le tienen que marchar los fantasmas y la presión que se está creando alrededor de él.

Recordemos las palabras que dijo Víctor Fernández nada más llegar: "Pondré a jugar a los mejores." Y casualidad o no, Marc Gual ha arracando de titular en los tres partidos que lleva el técnico zaragozano. 

Para que el Real Zaragoza salga de su mala situación clasificatoria, tanto afición como equipo deben estar a una, y la afición cuando pita a algún jugador, el equipo entero lo nota. Pitar no es malo siempre y cuando el que los reciba no de todo lo que tiene. Y, a mi modo de ver eso no ocurre con Marc, que igual que la afición, está desesperado ya que los remates no le entran. Con una pizca de suerte, todo esto cambiará.

Debemos tener paciencia porque tarde o temprano, Marc Gual nos dará más alegrías que lamentos. Tiempo al tiempo y como dijo Víctor, los mejores al verde.