La mañana en Nervión se antojaba dudosa después de los malos resultados cosechados en Liga las últimas jornadas, y aunque 3 días antes ganaban el partido de ida de la Copa del Rey al FC Barcelona con buena imagen del equipo, seguía habiendo incertidumbre de cara a esta competición debido en parte al cúmulo de lesiones que se están produciendo en la plantilla y al desgaste físico y mental que acarrean los nervionenses en este tramo de la temporada.

Pero se presentaba un día bonito, soleado, algo caluroso para estas fechas en Sevilla, con la afición volcada con su equipo, e incluso haciendo homenaje especial a la desaparecida Marta del Castillo, que no se podía desaprovechar la oportunidad de dar un bonito espectáculo a su afición. 

Igualdad con más destellos  sevillistas

La primera parte parecía empezar bien para el equipo sevillista, lo intentaba Ben Yedder de cara a portería antes de llegar a los primeros 5 minutos en una buena jugada de Aleix Vidal por banda derecha. Pero la mala suerte parecía no marcharse, haciendo que Machín tuviese que mover el banquillo en los primeros 10 minutos de partido, debido a unas molestias que sufría Sergi Gómez a raíz de un encontronazo con Boateng nada más comenzar el partido. En su lugar entraba Mercado.

Durante la primera mitad el juego resultaba en ocasiones enrevesado, ya que los dos equipos con un planteamiento similar, no llegaban a romper las barreras defensivas contrarias y esto originaba pocas ocasiones en ambas áreas. Además, debido a las interrupciones del colegiado Alberola Rojas, que al mínimo contacto pitaba, el juego no llegaba a ser fluido por ninguna de las partes.

Aún así hubo ocasiones claras en ambas áreas. El conjunto granota, cerca de la media hora de juego, tuvo la oportunidad de adelantarse en una falta peligrosa de Banega en el pico del área que Rochina botó, paseándose la bola por el área pequeña sin que pudiese llegar ninguno de sus compañeros para empujarla. 

En los últimos minutos de la primera mitad los sevillistas parecieron despertar teniendo dos claras ocasiones para adelantarse en el marcador. Primero en una gran jugada individual de Wöber, que se estrenaba en el Pizjuan, conduciendo el balón desde cerca del medio campo y que acababa en el área pequeña rematando él mismo cerca del palo izquierdo de la portería de Oier. Y justo antes de ir al descanso, Roque Mesa golpeó en la madera del conjunto levantinista, quedando el balón muerto en el área chica y al que André Silva llega forzado dándole como puede, y Rober Pier que está más rápido envía a córner.   

Un Sevilla inconformista y con mucha pegada

La segunda mitad comenzaba con un Sevilla volcado en crear ocasiones, y en el segundo minuto de juego abrió la lata Ben Yedder, que acababa estrellando el cuero en la portería de Oier tras una contra combinada en banda derecha con Aleix Vidal y Roque Mesa, que asiste al francés.

Unos minutos después, Machín se vio obligado a mover el banquillo por otra lesión, esta vez era Aleix Vidal quien se marchaba con molestias. En este momento entraba Sarabia colocándose de carrilero izquierdo y Promes pasaba a la banda que dejaba Aleix. Y fue justo después de la entrada de Sarabia cuando llegaba un disparo envenenado de Bardhi que acababa estrellándose en el palo de la portería de Vaclik. 

Aún así, los hispalenses estaban insistiendo en hacerse dueños del encuentro, y aprovechando los espacios que estaba dejando el equipo levantinista después del primer tanto es cuando Banega recupera un balón que deja a Promes para que éste, desde su banda derecha, acabe poniendo un pase de la muerte a André Silva que solo tiene que empujar la bola a las mallas poniendo el 2-0 en el marcador.

Con el Levante muy abierto y jugando a la desesperada, estuvieron a punto de poner el tercero en el marcador a raíz del despeje en un córner en el área sevillista el cual desembocaba en una contra de 6 contra 1, que los de Nervión desaprovechaban. Poco después es Sarabia quien aprovechando los huecos dejados por la defensa en la banda izquierda, puso un balón al Mudo Vázquez, que batió por bajo a Oier.

Con una renta de 3 goles, el equipo sevillista seguía insistiendo en campo rival, queriendo más. Pero antes de aumentar más el marcador, Machín movía la última ficha sacando a Amadou al campo para darle descanso a Banega pensando en el partido de vuelta de la Copa contra el Barça. En el caso de Paco López, hacía sus 3 cambios casi seguidos para intentar recortar distancias en el marcador.

Estos cambios solo sirvieron para seguir aumentando el luminoso del lado de los hispalenses, esta vez viniendo de las botas de Sarabia, que transformaba un penalti provocado a Promes en otra gran jugada individual del neerlandés. Pero la cosa no acabaría ahí, ya que en los últimos compases del encuentro, antes del tiempo de descuento, el conjunto granota vuelve a cometer una infracción en su área, en esta ocasión, una falta a Roque Mesa. A petición de la grada, Promes fue el encargado de lanzar desde los 11 metros, pero esta vez Oier rechaza el lanzamiento, y el mismo Promes acaba enviando el rechace al fondo de la portería, poniendo la guinda al marcador con "la manita" y a su gran partido de manera individual. 

Una mañana de ilusión y euforia que ayuda a pensar con optimismo en la vuelta de cuartos de la Copa del Rey del próximo miércoles en el Camp Nou.