Tras el empate conseguido en las islas, el catalán reconoce que "al final lo que queremos es siempre ganar, pero tenemos muchas bajas... irte en Las Palmas empatando... sí es cierto que con la expulsión nos hubiera gustado llevarnos la victoria, pero es puntuar en un campo difícil y hay que seguir".

Después de anotar tres goles en los dos últimos partidos, confiesa que "a nivel personal estoy contento por conseguir goles, pero bueno tengo un cierto sabor amargo porque tuve otra y no pude marcar". A lo que añade que "lo dije el primer día que llegué, no me importan los goles sino lo que haga el equipo a nivel clasificatorio, no estamos bien y eso es lo que hay que trabajar".

La llegada de Víctor Fernández ha cambiado el estado de la plantilla a pesar de que "somos casi los mismos jugadores, pero desde que llegó venía con ese aura de salvador, de un hombre querido aquí en Zaragoza y antes de que fuera presentado como entrenador la gente estaba muy contenta, y eso se notó en el vestuario. Nos dio una charla y nos llenó de confianza", añade Álvaro. "Como dice el entrenador, se podían haber ganado los seis partidos. Entrenamos mejor, tenemos más confianza, estamos más cómodos. Fuimos capaces de tener el balón ante Las Palmas en un campo tan difícil", continuó el delantero. Y además señala que "el míster es muy concreto a la hora de preparar los partidos y nos dice a cada uno lo que necesita para cada partido, yo estoy a su disposición para lo que necesite".

El catalán también se ha pronunciado acerca de los horarios de las últimas jornadas. "Veníamos de jugar un viernes y jugamos un lunes, ahora un sábado con otro viaje largo, es complicado para los jugadores y el rendimiento físico, pero estamos aquí para eso, para situaciones complicadas. Pero a mí me gustan", admite el delantero.

También ha querido apoyar a su compañero Marc Gual, que no pasa por su mejor momento: "Es un chico joven, trabajando bien seguramente le llegue el gol y será una alegría para todos"