Por todos es conocida la cara buena del fútbol. Aquella que se vincula con éxito, triunfalismo, fama, y un sinfín de calificativos que podríamos utilizar para rellenar este artículo. Sin embargo, el tema va precisamente por el otro lado de la moneda. La cara 'B' del deporte rey, que casi todos los futbolistas sufren alguna vez en su carrera, y, que en este caso, Isco no iba a poder evitar. La situación del de Arroyo de la Miel en el Real Madrid atraviesa su momento más delicado y se debe a una compleja lista de motivos. 

La primera, que no la más importante, son las lesiones. Bien es cierto que el malagueño no las sufre con frecuencia, pero cuando estas llegan y se unen con un cúmulo de cosas hace que sea aún más difícil salir del túnel en el que se encuentra sumergido. Recientemente, el Real Madrid ha comunicado de manera oficial que el centrocampista sufre una lesión en su espalda, "dorsalgia-cervicalgia aguda" y no podrá viajar con el resto de sus compañeros a Amsterdam para disputar la vuelta de octavos de final de la Champions League. Un futbolista vive de su físico y, cuando este no se encuentra en el mejor momento, siempre es más fácil que estos inconvenientes salgan a relucir con asiduidad. 

La llegada de Solari

Lo cierto es que desde la llegada del técnico argentino al conjunto blanco, el papel de Isco ha ocupado un rol cuanto menos secundario. De titular indispensable con Lopetegui, aún estando lesionado, a convertirse en el cuarto jugador menos utilizado de la plantilla. Solo ha tenido más minutos que Mariano, Vallejo y Brahim Díaz. Lo que viene siendo un suplente de lujo, por el que muchos anhelarían tener en su once titular. 

El Real Madrid celebrando un gol. Foto: Liga Santander.
El Real Madrid celebrando un gol. Foto: Liga Santander.

Cuando un futbolista de tales características no tiene la continuidad esperada, su cuerpo se acomoda. De estar corriendo día sí y día también en la banda del Bernabéu, a quedarse postrado en un banquillo en la inmensa mayoría de los partidos, también se provoca un daño psicológico. Un daño del que no es culpable Solari, pero que tendrá que tener en cuenta de aquí en adelante si quiere recuperar en algún momento de la temporada a su jugador. 

Meritocracia como estilo de vida

Una de las bases del nuevo Madrid de Solari es la meritocracia. El rosarino ha apostado desde su llegada por dar minutos a aquellos que le han demostrado en el campo del entrenamiento que lo merecen. Jugadores como Lucas Vázquez, Sergio Reguilón o Vinicius Jr se han visto beneficiados desde que Solari asumiera las riendas, pero otros como Isco y Marcelo han dado un bajón considerable. 

Ambos futbolistas han dado muchísimas alegrías al aficionado merengue. Sus goles y lágrimas han contagiado a todo un Santiago Bernabéu y lo han hecho vibrar como nunca. Sin embargo, en el fútbol nada es eterno. Y menos en el Real Madrid. Si años en lo más alto quieres estar, trabajo como nunca tendrás que dar. Esa es la solución de la incógnita y para resolverla, solo hay que aportar sumandos a la ecuación. Con sumandos se extrapola: entrega, sacrificio, lucha, compañerismo y, sobre todo, madridismo.

Isco celebra su tanto con el Bernabéu. Foto: LaLiga.
Isco celebra su tanto con el Bernabéu. Foto: LaLiga.

Aún hay tiempo

Si bien todo parece muy oscuro al principio, siempre hay luz al final del túnel. Todo depende de si sabes buscar y, sobre todo, si quieres buscar. En el caso de Isco y Marcelo, centrándonos más en el malagueño, todavía está a tiempo de demostrarle a Solari que puede ser importante. Que tiene madera de jugador del Real Madrid y que la historia se puede reconducir. Pero no todo debe entregarlo el futbolista. Como en todo vestuario, las relaciones deben ser recíprocas. Isco también necesita minutos, confianza y sentirse querido. Tanto por su afición, con la que siempre ha tenido una gran relación, como de su entrenador. 

De momento, el Real Madrid sigue vivo en las tres competiciones. Isco tendrá que ayudar en algún momento al resto de sus compañeros y será ahí cuando debe demostrarle más que nunca a Solari que quiere volver a ser protagonista. Que quiere volver a disfrutar de la otra cara del fútbol y dejar atrás los fantasmas del pasado. Solo en el césped, de Valdebebas inclusive, se podrá empezar a construir los cimientos de una nueva relación. Necesaria e inapelable por un bien común, el de un vestuario, y sobre todo, el del Real Madrid.