Ha llegado febrero y con él la vuelta de la Champions League. La primavera se acerca y el Real Madrid lo sabe, quizá sea casualidad, pero el equipo está en el mejor momento de forma desde que empezó la temporada. Es cierto que no era muy complicado, pues el nivel ofrecido hasta hace unas semanas era muy inferior a lo esperado de un equipo que es el actual campeón de Europa por tercera vez consecutiva.

El Real Madrid llega con mucha confianza a esta primera eliminatoria europea, tras volver a la segunda plaza en la clasificación liguera y habiéndole recortado cuatro puntos al líder en las dos últimas jornadas. Además, ha vencido con convencimiento a rivales complicados como: Sevilla, Girona (por dos ocasiones, ambas en la eliminatoria de cuartos de la Copa del Rey), Alavés, y Atlético de Madrid. Los rojiblancos han sido los últimos en sucumbir en el derbi liguero disputado este sábado en el Metropolitano por un contundente 1-3.

La “vuelta” del Real Madrid a la lucha por los títulos esta temporada es un hecho. Mucho tiene que ver en esa mejora del equipo que su capitán, Sergio Ramos, ha recuperado su mejor versión. El de Camas es el líder del equipo. En los últimos partidos ha vuelto a ser el de las grandes ocasiones ofreciendo un gran nivel defensivo, acompañado de goles, y eso el Real Madrid lo nota, encaja menos tantos y conceden menos ocasiones, lo que hace que todo sea más fácil.

Sin embargo, Ramos siempre se ha caracterizado por su dureza defensiva, lo que hace que sea uno de los jugadores con más amonestaciones y expulsiones de la historia. El capitán se encuentra apercibido para esta eliminatoria y es que si el miércoles ve una cartulina amarilla no podría estar en la vuelta en el Santiago Bernabéu.

No es algo nuevo para Ramos el tener que jugar con la amenaza de la tarjeta, también se encuentra en la misma situación en Copa del Rey, en la cuál se perdería una hipotética final en caso de ver la cartulina en la vuelta de las semifinales frente al F.C. Barcelona, siempre claro, que el Real Madrid logre la clasificación que todavía está por ver. Es más, el capitán sabe lidiar bastante bien con todas estas situaciones, pero tampoco es un jugador egoísta que piense en su bien. El equipo siempre está por delante, y si el miércoles se ve obligado a cortar una acción peligrosa del Ajax lo hará, aunque eso conlleve perderse la vuelta.

Sus compañeros sabedores de esta situación tendrán que verse obligados a ser ellos los que corten alguna situación de ataque prometedor en caso de que se dé, serán Varane, Carvajal, Casemiro, los que tratarán de cubrir a su compañero en este tipo de acciones. Claro está que Sergio tendrá que tener mucho cuidado, pues muchas de las cartulinas amarillas que recibe son más fruto de una dureza excesiva, que por cortar este tipo de acciones, por lo que tendrá que controlarse y medir correctamente.

Un caso que se puede dar es que el Real Madrid deje bien encarrilada la eliminatoria en el partido, cosa complicada siempre, y que el sevillano trate de forzar la tarjeta para así pasar limpio a la eliminatoria de cuartos de final. En ese caso el Johan Cruyff Arena ya fue testigo de un hecho similar que le acabó costando caro al Real Madrid, fue en la temporada 2010-2011, con Mourinho en el banquillo y durante la fase de grupos.

El Real Madrid iba ganando de forma contundente y el portugués, a sabiendas de que en la última jornada no se jugaban nada, ordenó a Ramos y Xabi Alonso forzar la segunda tarjeta, para así tratar de pasar limpios a las eliminatorias. Lo que les acabó costando una sanción por parte de la UEFA.