El Real Madrid llegaba a este encuentro a nueve puntos del líder, el F.C. Barcelona, eso sí, con un partido menos que los culés. Los blancos parecía que volvían a estar enganchados a la lucha por el campeonato tras la victoria en el derbi y el empate del Barça. Sin embargo, una horrorosa segunda mitad les vuelve a dejar en la tercera posición, muy lejos de los azulgranas y otra vez superados por el Atlético de Madrid del “Cholo” Simeone. Una derrota que llega en un momento clave, pues el Barcelona afrontaba unas jornadas complicadas con la visita al Sánchez Pizjúan y al Santiago Bernabéu, con partidos exigentes de Champions League y Copa del Rey entre medias. Todo hacia indicar que era la oportunidad perfecta para volver del todo a la lucha por el título, que con esta derrota vuelve a aparecer muy lejano.

Decidió Solari apostar por algunas rotaciones, con Odriozola y Marcelo en los laterales, Ceballos en el centro del campo y Asensio en ataque, en detrimento de Carvajal, Reguilón, Modric y Vinicius que venían siendo claves para el argentino en estos buenos resultados. Lo cierto es que en la primera mitad se vio a un buen equipo. Los blancos lograban dominar, y Casemiro adelantaría a los blancos de cabeza. El Real Madrid se veía siendo otra vez superior a los catalanes como ya pasó en la Copa del Rey, aún así no fueron capaces de cerrar el partido y anotar un segundo tanto, cosa que acabó pagando muy caro.

Eusebio tras ver como los blancos les habían hecho daño en las últimas ocasiones y ellos, a pesar de realizar buenas actuaciones, no eran capaces de dar un paso adelante decidió hacer dos cambios en el intermedio. Entraron Aleix García y Choco Lozano por Pedro Porro y Pere Pons, mandando a Portu a la banda derecha, la que defendía Marcelo. A partir de aquí el encuentro fue otro, sólo Courtois y el palo evitaban los goles del equipo gironí. Finalmente, Sergio Ramos acabaría cometiendo penalti por una mano clara que evitaba un disparo a puerta. Stuani batiría a Courtois lanzándolo despacio y por el centro, mientras que el belga se vencía a su lado derecho. Solari reaccionó metiendo a Vinicius y Bale, pero el problema del Madrid no era en ataque. Los merengues no creaban peligro porque no eran capaces si quiera de llevar el balón a las zonas de peligro. El centro del campo había desaparecido y Marcelo concedía muchas facilidades por su zona.

Portu marcaría el segundo minutos después. Courtois sacó la primera, pero en el rechace Marcelo se olvidaría del nueve que de cabeza batiría la portería del Real Madrid. El Girona se volvía loco. Diez jornadas sin ganar, el descenso acechando y el equipo respondía imponiéndose en el mayor escenario posible. El Santiago Bernabéu. El Real Madrid ya no sería capaz de darle la vuelta al marcador. El golpe había sido demasiado duro, tan sólo Vinicius que es todo ganas e ímpetu trató de poner en peligro la portería de Bonou. Poco después vendría la expulsión de Ramos por segunda amonestación. Los de Solari no fueron capaces de mucho más, el único que lo intentó fue… ¡Courtois! El belga subió a rematar un córner en el 94 y su remate se fue por muy poco.

El Real Madrid ha demostrado que sin Modric pierde mucho, lo mismo que sin Vinicius o Reguilón, pues lo de Marcelo ya pasa de preocupante. El brasileño es historia viva del Real Madrid, pero su nivel ahora mismo es lamentable y no debe de disponer de más minutos hasta que no vuelva a tener un nivel óptimo. Nunca ha sido un gran activo defensivo, pero lo compensaba todo en ataque, ahora es un coladero mucho mayor y aporta poco o nada ofensivamente. Aun así, seguro que el doce volverá a su nivel porque en el Madrid siempre le ha tocado pelear como el que más.

Más preocupante todavía es que el equipo se cayera de esa forma en la segunda parte, Eusebio le devolvió los golpes a Solari con una lectura de partido perfecta que cambió la dinámica y el encuentro por completo. Pero que el Real Madrid desaproveche la oportunidad de pelear por la liga en su propio estadio y frente a un rival que pelea por no descender hace que se entendible el enfado de los aficionados.