El partido del sábado es uno de los que hay que apuntarse en la agenda. Un Osasuna que lucha por el ascenso directo recibirá a un Zaragoza que se encuentra en un buen momento. Entre los navarros y maños hay una rivalidad histórica, por eso ambas aficiones esperan el partido como ningún otro. Los enfrentamientos suelen ser llenos de ritmo y tensión, dentro y fuera del campo. Cada vez que uno visita el templo del otro cuenta con la presión de la afición y no es nada fácil ganar. 

De la amistad al odio

Esta rivalidad no es de siempre, es más, entre los maños y navarros había una bonita amistad. Los partidos entre ambos se recibían como un bonito derbi, en el que aficiones de los dos equipos viajaban masivamente a la ciudad del otro. Hasta tal punto que el Zaragoza disputó el triangular que inauguró El Sadar, lo mismo Osasuna con La Romareda.

En la temporada 1987/88 la historia cambió. Tubo lugar en el partido de La Romareda, cuando la afición local lanzó un objeto al portero de Osasuna Roberto Santamaría. Esta acción provocó tensión y altercados entre ambos, las fuerzas presentes en el estadio tuvieron que interrumpir, y lo hicieron golpeando duramente contra la afición rojilla.

Un año antes en Zaragoza se había creado el grupo ultra Ligallo Fondo Norte. A raíz de la dura disputa con los maños en Pamplona comenzaron los movimientos entre los jóvenes para crear otro grupo. Ahí se creó Indar Gorri, grupo de ideología de izquierdas. La diferencia en el pensamiento político entre ambos empeoró la tensión que ya era grande. Ambos han dejado imágenes muy feas, que mejor no recordar

Dos horas en coche, pero una distancia enorme en cuanto al pensamiento. Con esta frase se podría resumir la situación entre el Zaragoza y Osasuna. En los enfrentamientos la afición hace del estadio todo un infierno, en el que los insultos son protagonistas. En más de una ocasión antiviolencia ha tenido que denunciar. Los cánticos de uno hacia el otro no son nada positivas. Entre la afición navarra destacan las canciones hacia la Virgen del Pilar, los maños corean en alto el "todos a una..."

Hoy en día para cualquier aficionado es algo más que un partido, algo más que tres puntos. Además de la importancia de jugarse sumar, pelean por el orgullo de no perder. El sábado tendrá lugar uno de los mejores partidos de la temporada, donde el ritmo, la tensión y el buen juego destacarán por encima de la rivalidad, donde se pueda disfrutar del partido más allá de la rivalidad.

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