No sería una locura calificar la temporada de Guille Savall como de “verdadero calvario”. Las reiteradas lesiones no le están dejando conseguir la continuidad que un futbolista necesita para poder mostrar su mejor nivel sobre un terreno de juego. Golpes de todo tipo. De uno en el cuádriceps, a una luxación en el hombro izquierdo. Esta última, como ya digo, fue hace unos días en el Olímpic cuando, en la disputa de un balón aéreo en el centro del campo, cayó de mala manera, mandándolo directamente al Hospital donde se le fue reducida dicha lesión en el hombro.

Todo empezó en el mes de septiembre cuando, lo que parecían unas pequeñas molestias, acabaron manteniéndolo prácticamente un mes fuera de los terrenos de juego. Uno de los jugadores con más experiencia y más veteranos de la escuadra de Cristian García, y de los más utilizados hasta la fecha. Una baja que el técnico egarense supo suplir con los servicios de Sergi Valls.

Tras unas semanas de mucho trabajo de recuperación, volvió a aparecer en el partido que el Terrassa acabó perdiendo 2-0 frente a la AE Prat. Tan solo una jornada más tarde, y en el derbi frente al San Cristóbal, Savall volvió a caer lesionado, esta vez por un golpe en el cuádriceps. Una lesión que se alargó más de lo esperado. Casi cuatro meses. Cuatro meses en los que la pareja Valls-Pallàs se consolidó en el eje de la zaga, coincidiendo con la mejor racha de resultados del equipo egarense.

Finalmente, y tras volver el 17 de febrero, contra el Horta, una vez más, el infortunio se alió con su persona. De momento, baja ya confirmada para un par de semanas, aunque, eso sí, evitando el quirófano. En total, el defensa central tan solo ha disputado ocho de los veintinueve partidos de liga que llevamos disputados hasta la fecha.

VAVEL Logo
Sobre el autor