El Real Valladolid cada vez está más cerca del descenso. La racha de dos partidos ganados de los últimos 17 hace que este equipo esté a punto de hundirse por completo. Los errores llevan existiendo todas las jornadas, y el equipo pucelano no es capaz de corregirlos. No podemos intentar corregir ahora errores que suceden desde hace muchas jornadas, a lo mejor ya es demasiado tarde para levantarnos. Este partido es de los que te acuerdas toda la temporada. Ojalá no acabe en descenso a Segunda, pero la situación es crítica y pinta muy mal.

Antes era la falta de gol lo que hacía que esté equipo no ganara partidos. Ahora a eso hay que sumarle que se ha perdido la solidez defensiva del principio de temporada y el equipo está muy cansado físicamente. Todo esto lleva a la situación en la que estamos ahora, once puntos de los últimos 51, el equipo a tres puntos del descenso y sin ideas. Las sensaciones no ganan partidos, y a estas alturas lo que vale es llevarse los tres puntos, jugando bien, mal o regular. El discursito de que hemos jugado bien, o creamos muchas ocasiones sobra, hay que ganar.

No se puede salir a jugar contra el Espanyol con cinco defensas, en un partido que tienes que ganar si o si e ir a por el encuentro. El partido comenzaba con un pase elevado de Melendo hacia Borja Iglesias, y el panda se adelantaba a Kiko Olivas y picaba el balón para batir a Masip y poner el 1-0 en el marcador a los 20 segundos. Masip salvó el 2-0 con los pies, un minuto después. La empanada con la que sale el Valladolid en los primeros minutos de partido  es considerable e intolerable. Todos los partidos la misma historia.

Los diez primeros minutos del Valladolid fueron un desastre. El equipo estaba desbordado, hasta que Sergi Guardiola con una acción individual que acabó en las manos de Diego López, dio esperanzas a los blanquivioletas, que se vinieron arriba.

Después de cuatro jornadas sin marcar, el Pucela consiguió. En el minuto 16, Sergi Guardiola se va por la banda derecha, pone el pase atrás, Anuar la deja pasar, y Rubén Alcaraz desde la frontal consigue batir a Diego López y poner las tablas en el marcador. La reacción del Real Valladolid era rápida y parecía que el equipo iba a por el partido.

Tras este gol, el Real Valladolid consiguió dominar el partido y Sergi Guardiola junto con Alcaraz conseguían llevar el equipo hacia delante y crear ocasiones. Llegaba el final de la primera parte, no había ocasiones y el Valladolid estaba mejor que los catalanes.  

Con dos minutos de añadido. En el minuto 46, llega la jugada clave del partido. Un balón largo de Anuar, lo pelea Sergi Guardiola, que se va del defensa con un carrerón y provoca el penalti. El delantero sería el encargado de tirar el penalti, abajo a la derecha, y Diego López con su estirada evita que el Pucela se ponga por delante en el marcador. El equipo blanquivioleta ha tirado cuatro penaltis esta temporada y ha fallado los cuatro.  

La segunda parte empezaba con dos equipos tanteándose, sin querer arriesgar mucho. En el minuto 55, tras una falta botada desde la banda izquierda, Joaquín no consigue despejar y el balón le cae a Hermoso, que bate a Masip por su palo y pone el 2-1 en el marcador para hundir al real Valladolid.    

El Pucela fue  con todo al ataque. Stiven Plaza y Keko entraron al campo por Unal y Joaquín, y Moyano tuvo que sustituir al lesionado Borja, cambio que mucha gente no entiende con el partido empatado. En el minuto 64, Wu Lei se queda solo ante Masip y pone el 3-1 en el marcador para sentenciar el partido.

De aquí hasta el final del partido, el Valladolid estaba muy tocado y no fue capaz de reaccionar, incluso Borja Iglesias tuvo el cuarto en sus botas, el tanto fue anulado por fuera de juego. No hubo más ocasiones hasta el final del partido.

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