Como si de un dejà vu se tratara, el Barça volvió a conquistar el Santiago Bernabeu a base de pegada, ante un eterno rival que llevó la iniciativa. En apenas una semana, el conjunto de Ernesto Valverde ha hecho del feudo del Real Madrid su "jardín", superando ya a los blancos en el cómputo global de encuentros disputados entre ambos equipos. Con un solitario gol de Ivan Rakitic en el primer tiempo, los azulgrana encarrilaron los tres puntos que les permiten dar un golpe a la Liga, ante un rival más insistente pero que no gozó de premio, como en el duelo del pasado miércoles.

Arthur y Rakitic dan alas al Barça

Sólo hubo un cambio respecto al once inicial que mostró Ernesto Valverde en el partido de vuelta de las semifinales, pero incidió notoriamente en el juego del conjunto azulgrana. Por primera vez tras haberse recuperado de su lesión, Arthur Melo comparecía como titular para comandar al conjunto culé, ocupando el puesto que el pasado miércoles el técnico txuri-urdin daba a Sergi Roberto.

Ante las intermitentes llegadas del conjunto de Esteban Solari, que repitió el atrevido planteamiento del primer round, el conjunto azulgrana reaccionó con una sólida defensa formada por Piqué y Lenglet, que como en el duelo copero respaldaron a la perfección la meta defendida por Marc-André Ter Stegen. 

En el centro del campo, fruto de la incorporación de Arthur como soporte del croata Ivan Rakitic, el Barcelona generó más y mostró más parsimonia en la elaboración, lo que le permitió llegar con más frecuencia al marco rival. Fue el croata, precisamente quien adelantaría a los azulgrana tras finalizar con un sutil toque un pase en profundidad de Sergi Roberto, ante el que nada pudo hacer la retaguardia blanca. Con Leo Messi en segundo plano, como ya viene siendo habitual, el centro del campo tomó más protagonismo, junto a la explosividad de Ousmane Dembelé, que de nuevo volvió a sacar los dientes.

Por su parte, ante el primer golpe culé, el Madrid lo intentó mediante un juego circulativo y vertical, recordando por momentos al duelo de Copa, asentándose en el área rival, con el poderío en el centro del campo de Modric, Casemiro  y Toni Kroos, junto a la baza de Vinicuis. Brilló el canterano Reguilón en la banda izquierda, supliendo al damnificado Marcelo, y volviendo a erigirse junto al extremo brasileño el principal argumento de los merengues. Sin embargo, las intenciones blancas se quedaron otra vez en nada ante la imperial defensa culé, y dejaban al descanso un escenario cuesta arriba.

El Barça tira de músculo para cerrar el choque

El músculo fue el principal argumento culé en la segunda mitad, en la que también vimos mejoras en el juego de los de Ernesto Valverde, que a sabiendas de la ventaja en el marcador no quiso tomar excesivos riesgos. Lo seguía probando sin fortuna el Real Madrid, por medio de jugadas de Vinicius o Karim Benzema, además de las incursiones del joven Reguilón, pero otra vez, sin suerte. El Barça trataba de cerrar el partido haciendo uso de su mejor arma, la posesión, y el Madrid exhibió su músculo para poner intensidad al encuentro. 

En el minuto 70 de encuentro, Valverde dió con la tecla para afinanzar el liderato de una vez por todas. Daba ingreso al terreno de juego a un impecable Arturo Vidal, que oxigenaba a Arthur. Acertó. El chileno, impecable en labores defensivas, y recurriendo al ataque hizo de complemento perfecto de Sergio Busquets, barriendo cada balón que le pasaba por delante. Sacó a relucir su garra para comprometer al centro del campo rival y robar varios balones en la frontal azulgrana.

El Madrid, por su parte, optó por dar entrada a un damnificado Isco para probar la heroíca. El malagueño, con sus pocos minutos, trató de acelerar el juego madridista, pero fue incapaz de llevar a los suyos al premio del empate. No estuvo acertado tampoco Karim Benzema, ni su compañero en punta Vinicius. Gareth Bale, entre pitos, abandonaba el terreno de juego con la sensación de vacío, sin aportar lo que se le pide desde el banquillo. Así, el Madrid cerraba su segundo choque consecutivo como local sin marcar ante el eterno rival, que dispuso de diversas ocasiones para sentenciar el partido, con la Liga ya sentenciada.

VAVEL Logo