El Rayo Vallecano estaba dispuesto a no ver su sexta derrota consecutiva, y para evitarlo visitaba el campo del líder, un reto más que complicado para un equipo que nunca se rinde. El marcador evidenció lo que se esperaba, pero los de Vallecas estuvieron unos minutos por delante en el electrónico gracias a una jugada individual de Raúl de Tomás, quien acabó batiendo a uno de los mejores guardametas del mundo, Ter Stegen.

Álex Moreno, el más listo de la clase

Piqué fue el encargado de poner la igualada en el electrónico pocos minutos antes de que finalizara la primera mitad, aunque el Barcelona quería más. Posteriormente, Messi desde los once metros, y Suárez, abultaron un marcador que acabó con la ilusión rayista. A pesar de que Dimitrievski, quien estuvo con molestias durante gran parte del partido, encajó tres goles, y paró alguna que otra jugada peligrosa, los culés podrían haber acabado el encuentro habiendo anotado cuatro dianas de no ser por Álex Moreno.

El jugador que pasó un año en el Juvenil A del Barcelona, fue el encargado de detener a Messi una jugada que, de no evitarlo el catalán, se hubiera colado hasta el fondo de las mallas. El argentino se disponía a tirar a balón parado, mientras que Moreno se fijaba en la trayectoria del esférico. El veloz jugador, emulando una de las jugadas míticas del videojuego FIFA, fue capaz de llegar hasta la portería defendida por Dimitievski y meter la cabeza para despejar un disparo que podía haber supuesto el doblete del futbolista culé.

Álex Moreno frente a Nelson Semedo | Fotografía: La Liga
Álex Moreno frente a Nelson Semedo | Fotografía: La Liga

La pillería de Álex Moreno, quien posteriormente volvió a intentar la misma acción pero sin fortuna, aunque tampoco finalizó en gol, llamó la atención de todo el mundo. El jugador pretendido, entre otras escuadras, por el Barcelona, fue capaz de marcar la diferencia en el Camp Nou, porque además de detener esta jugada que podría haber cambiado el electrónico, fue una auténtica pesadilla para la banda derecha culé, ya que no podían progresar como les hubiera gustado.