Llegaba el equipo merengue a Valladolid con muchísimas dudas en todos los ámbitos. Las duras críticas durante esta última semana, que les ha hecho quedarse sin opciones en las tres competiciones, hacen que los aficionados cuestionen desde al propio presidente, Florentino Pérez, pasando por el entrenador, hasta los jugadores. Dio la sensación de que llegaba Santiago Solari prácticamente sentenciado a este encuentro. Está claro que el argentino no seguirá la próxima temporada al mando del equipo, pero en los últimos días se había especulado incluso con que este sería su último encuentro en el cargo, y parece que aún hay muchas incógnitas sobre si acabará la temporada.

Los errores en las áreas condenaron al Valladolid

El Valladolid comenzó el partido arrollando. Odriozola cometió penalti y Alcaraz lo tiró a las nubes. Un minuto después, Sergi Guardiola marcaría, y el VAR anularía su gol por fuera de juego previo. No quedaría aquí la cosa, ya que pocos minutos después volvería a marcar el manacorí y otra vez sería anulado, esta vez lo iba a señalar directamente el linier y el VAR verificaba la decisión. Tres posibles goles en veinte minutos, el Real Madrid estaba K.O. y seguía arrinconado contra las cuerdas. Finalmente, sí encontraría suerte con el gol el Valladolid, Sergi Guardiola, con un toque magistral, bajaba un centro algo forzado desde la derecha y conseguía poner un gran balón al segundo palo para que Anuar batiera a Courtois.

Reaccionó el Madrid, que se vio muy sonreído por la fortuna. Masip salía muy mal en un córner y el balón quedaba muerto en el área pequeña para que Varane lo empujase a gol. Parecía imposible viendo los primeros minutos que el Real Madrid llegase al descanso con empate y más aún que acabase venciendo por 1-4. Los blancos han tenido partidos esta temporada que han merecido ganar, o que la victoria se les ha escapado por no ser capaces de materializar las ocasiones. Pues en un partido bastante mediocre y con muchas menos ocasiones que otras veces, se llevó los tres puntos. Benzema haría un doblete, el primero de penalti y el segundo de cabeza tras un saque de esquina. Modric cerraría el marcador con un gran gol. El croata ha sido junto con Benzema y Reguilón, de lo poco salvable de esta semana tan oscura en Chamartín.

Se debe llevar a cabo una "miniRevolución"

La temporada está perdida, pero el escudo del Real Madrid siempre obliga a pelear y a darlo todo en cada partido. El problema ha sido que no se han tomado buenas decisiones ni en el palco, ni en el banquillo, ni sobre el terreno de juego. Esta institución que ha dominado Europa en los últimos años, se ha olvidado de las buenas decisiones que se tomaron en el pasado para llegar a donde se había llegado. Se ha creído que esta temporada, a pesar de la salida de miembros de peso como Ronaldo o Zidane, (el cuál avisó que se iba porque había algo que cambiar y que él no podía hacerlo), se solucionaría con pocos cambios o apostando por gente más inexperta. Ahora hace falta esa pequeña revolución que pedía Zidane y ya se verá quién la lleva a cabo, pero hay que empezar a tomar decisiones.