Los reencuentros siempre son especiales, o eso se suele decir. El simple hecho de reencontrarte con tus antiguos compañeros, salir ovacionado por lo que fue tu afición o pisar el césped donde viviste tantas alegrías y decepciones en épocas anteriores. En el partido de este domingo Pablo Hervías no podrá estar en el terreno de juegopor una lesión de rodilla, pero su presencia va más allá de los futbolístico.

El futbolista logroñés ha sido una de las eternas esperanzas armera durante estos últimos dos años. Desde su fichaje en la temporada 2017/18 la directiva puso gran parte de sus intereses en la formación del jugador español, pese a que los resultados no fueron los esperados.

Dos años perteneciendo al club guipuzcoano en lo que lo único que acumulo fueron cesiones. Únicamente 5 partidos a las órdenes de Mendilibar en los que el jugador dio una sola asistencia en los 315 minutos oficiales que ha disputado en la entidad antes de salir cedido en su primera etapa en Valladolid.

Aunque el equipo eibarrés no pierde la esperanza en el futbolista de Logroño, parece que su verdadera casa está muy cerca del José Zorrilla. Su rendimiento en el club vallisoletano ha sido realmente superior al ofrecido en la SD Eibar, pese a que no ha gozado de oportunidades. En los 47 partidos que ha disputado en sus dos cesiones, Hervías ha anotado un total de 6 goles, dando una cifra de 7 asistencias.

El futbolista riojano ha decidido operarse para empezar ya mismo  una recuperación que durará como mínimo tres meses, lo que supone perderse prácticamente el resto de temporada 2018/19.Pablo Hervías llegó este pasado mercado de invierno cedido al Valladolid por el Eibar con opción de compra, la cual solo sería posible si el equipo de Valladolid consigue la ansiada permanencia en la máxima categoría del fútbol español.