Míchel no hizo demasiados cambios en el once para visitar al Villarreal respecto al duelo en el Camp Nou. Defensa con tres centrales y con la idea clara de aprovechar la velocidad de Advíncula y Álex Moreno para conectar mediante centros con Raúl de Tomás. El centro del campo poblado con dos grandes pasadores, mientras que la velocidad y el desborde lo pondrían Bebé y Álvaro.

Un Rayo al que le falta creer en sí mismos

Los nervios y las imprecisiones marcaron los primeros compases del partido, hasta que el Rayo se adelantó en el minuto 20 gracias a un cabezazo de Mario Suárez, quien fue capaz de colarse entre los defensores para rematar a placer a la portería defendida por Asenjo. Los de Vallecas se marcharon al descanso por delante en el marcador, creyendo en sí mismos y en su juego, pero el paso por vestuarios, más que refrescar, lo único que provocó fue que los de Míchel saltaran al césped con otra cara.

Una faceta que el Villarreal aprovechó para darle la vuelta al resultado. En tan solo dos minutos, Toko Ekambi dio la vuelta al marcador, que pasó de ser 0-1 a 2-1. Tras el segundo gol, Míchel optó por cambiar su planteamiento en el once para lograr al menos sumar un punto en un duelo directo por la permanencia, pero Gerard Moreno, quien salió desde el banquillo, en el 88 sentenció a los de Vallecas.

Cazorla lanzando el esférico | Fotografía: La Liga
Cazorla lanzando el esférico | Fotografía: La Liga

El delantero del Villarreal recibió el esférico prácticamente solo, se plantó ante Dimitrievski, y batió al portero macedonio con mucha facilidad, dando la tranquilidad a la afición local de que los tres puntos se iban a quedar en casa. Séptima debacle consecutiva para un Rayo que necesita el parón para coger aire y afrontar las finales restantes con otro ánimo. La próxima cita de los de Vallecas tendrá lugar el domingo 31, volverán a su casa, y recibirán a un Betis tocado tras la derrota ante el Barcelona en el Villamarín.