El encuentro del Rayo Vallecano ante el Villarreal en La Cerámica fue un gran duelo, como una final entre ambos equipos, en el que los tres puntos suponían un gran paso para la permanencia en la máxima competición del fútbol español.

Tras la derrota del conjunto franjirrojo por 3-1, los de Vallecas se anclaron aún más en las posiciones de peligro al encontrarse a seis puntos de la salvación ante las diez jornadas que quedan en la temporada.

De esta manera, tras el encuentro hubo tanto sonrisas y lágrimas. Los locales del choque se pusieron con 29 puntos, a pesar de estar en decimoséptima posición en la clasificación, a cuatro unidades del equipo que está por debajo de él, el Celta de Vigo, que peligra su permanencia en Primera División.

El Rayo Vallecano se quedó en la decimonovena posición con 23 puntos, a seis del Villarreal y de la salvación de no caer a Segunda División. Dos situaciones que diferencian el tener más ventaja respecto al descenso.

Se pudo ver en el Twitter de El Día Después en Movistar+ lo que supuso dicho encuentro en la última jornada. Imágenes del banquillo donde se sentía la tensión que suponía el choque en La Cerámica fue de la manera en la que comenzó el vídeo del encuentro entre ambos equipos.

Se fue viendo a ambos banquillos a lo largo del partido. Las sonrisas de los suplentes del Rayo Vallecano tras el 0-1 en el minuto 20 con Mario Suárez como autor del gol hasta el momento, mientras que los locales se mantenían más nerviosos.

Pero como se pudo ver al comenzar la segunda parte, se vio celebrar el tanto anotado de los suyos a los que estaban sufriendo más en la primera mitad, a los del Villarreal. Mientras tanto, aquellos que sonreían más y estaban algo más calmados, tuvieron que animar a sus compañeros que estaban en el terreno de juego.

A pesar de todo ello, dos minutos después se vivió la locura tras el 2-1 del Villarreal. Momento en el que se vio saltar de alegría al banquillo de los locales, mientras que en el de los visitantes se palpaba la desesperación y la rabia, como por ejemplo, Alberto García, que se levantó y tiró lo que tenía entre manos y se acercó para decir cosas a sus compañeros.

Con el tercer gol se vio como Calleja celebraba la gran remontada de los suyos, mientras que Míchel miraba el reloj y tras los 90 minutos se pudo ver lo que los franjirrojos se jugaron en el campo del Villarreal.