El 24 de marzo de 2016 subía al cielo una de las figuras más importantes de la historia del fútbol y del Fútbol Club Barcelona. Hablamos del holandés Johan Cruyff, que revolucionó la manera de entender el deporte rey, ganándose el título de uno de los creadores del fútbol moderno. Tres años después de su adiós, el recuerdo del "holandés volador" sigue más presente que nunca en la memoria futbolística y culé.

Un jugador diferente

El nombre de Johann Cruyff comenzó a irrumpir con fuerza tras sus primeros años como jugador del Ajax de Amsterdam. De la mano de Rinus Michels, quien encontró en él un talento para explotar y lo preparó para dar el salto al fútbol mundial, el centrocampista neerlandés se erigió como uno de los pilares del Ajax y de la naranja mecánica en los años 60 y 70. En sus diez temporadas como jugador ajacieden, Cruyff llevó al conjunto holandés a lo más alto, consiguiendo un total de seis Ligas, cuatro Copas, 3 Copas de Europa, la Copa Intercontinental y la Supercopa de Europa. Además, logró erigirse tres veces como mejor futbolista del mundo, consiguiendo en tres ocasiones el prestigioso Balón de Oro otorgado por la revista France Football. Con la elástica del Ajax, logró el cetro dorado en 1971, 1973 y 1974.

Tras su etapa en el club de su vida, Cruyff llegaría a Barcelona como un ídolo, convirtiéndose en el futbolista más caro de la historia en aquel momento por 60 millones de euros. El Flacocomo lo apodó su nueva afición a su llegada a la ciudad condal, rescató a un Barça hundido haciendo uso de su magia futbolística, y se erigió como el nuevo ídolo del conjunto culé. De su mano, el Barça conseguiría tras catorce años un campeonato liguero, en la temporada 1973/74. Uno de los momentos que dejó Cruyff en su primera temporada en Can Barça fue sin duda el histórico 0 a 5 logrado en el Estadio Santiago Bernabéu. Tras devolver al conjunto azulgrana a lo más alto del fútbol español, Cruyff rompía con la directiva en la temporada 1977/78. 

No podemos hablar de la etapa futbolística de Johan Cruyff sin hablar de sus actuaciones con su selección nacional, siendo uno de los pilares de la Naranja Mecánica, junto a nombres como Franz Beckenbauer o Neeskens, considerado como uno de los mejores equipos de la historia del fútbol. Un juego superlativo, al alcance de muy pocos, llevó en pocos años al holandés a lo más alto del fútbol, y a considerarse como un jugador "de otra época".

La magia llega a los banquillos

Tras enfundarse con gloria el "14", Johann Cruyff cambió el verde del campo por el asiento de los banquillos, revolucionando también el mundo de la pizarra. Trasladando su lenguaje de fútbol ofensivo y estético a la táctica, revolucionó los esquemas, primero del Ajax y luego del FC Barcelona, como ya hizo con sus pies. Instauró la variante del 3-4-3, que impulsó al conjunto holandés a coronarse como campeón de Europa en 1995. No solo transformó al primer equipo, sinó que hizo de Ajax una institución del modelo fubolístico desde las categorías inferiores.

Lo mismo hizo en Barcelona, regresando a la que fue su casa en 1988, a quien adueñó el proyecto basado en la cantera y en el fútbol ofensivo. Apostó por él Josep Lluís Núñez tras una crisis futbolística y administrativa en busca de algo nuevo para el club azulgrana. Tras dos temporadas de transición, Cruyff llevó al Barça a lo más alto, instaurando la filosofía que cambiaría la manera de entender el fútbol en la ciudad condal.

El nuevo modelo, apodado como "tiki taka" o "cruyffismo" llevó en pocos años a la entidad culé a lo más alto del fútbol europeo, con la primera Copa de Europa de 1992 en Wembley como mayor hito del conjunto dirigido por Cruyff. Sin embargo, la mayor secuela que dejó el holandés en Can Barça fue la filosofía, basada en la cantera, y en un mismo léxico futbolístico en todas las categorías. El juego ofensivo y de control, es sin duda el mayor presente que ha otorgado Cruyff al barcelonismo, de quien fue nombrado Presidente de Honor, y al que ya se le ha adjudicado un estadio. Memoria viva del fútbol y del FC Barcelona, Johan Cruyff, observa desde hace tres años la magnificencia de su obra desde el cielo, con el reconocimiento eterno del mundo del balón.