El Terrassa pone punto y final, no matemáticamente, pero sí moralmente, a la temporada tras caer en casa contra el Santboià. El equipo de Piti Estrada supo meter mano a la escuadra egarense que se mostró inoperante tanto en el área rival como en área propia.

Poco tardó el Terrassa en adelantarse en el marcador. Contraataque perfectamente finalizado por Jonathan Toledo que ‘abría la lata’ cuando todavía había gente buscando su butaca. Delicado toque con la puntera que le sirve para superar a Espinet. Segundos después, los de Cristian García tuvieron el 2-0 en los pies de Marcel Serramitja, aunque su disparo acabó marchándose a córner en última instancia.

Pero todo se confirmó como un espejismo con el empate del conjunto de Piti Estrada en el minuto veintiuno. El partido se volvió lento y, en ocasiones, falto de intensidad. Las jugadas combinadas dejaron paso a los anárquicos contraataques de ambas escuadras. Tanto es así, que el Santboià empezó a encontrar fugas de agua a la espalda de Dani Sánchez y decidió explotar ese flanco con un Dani Martínez y un Jota muy enchufados.

Antes del descanso, y espoleados por la afición, el Terrassa protagonizó un par de llegadas que acabaron o en fuera de juega o mal resueltas en los últimos metros de campo ante un Espinet serio y atento.

En la segunda mitad, Cristian García buscó más pólvora y optó por dar cabida a un Sergi Arranz que en la primera pelota que tocó, le puso un balón de oro a Serramitja que no supo resolver frente a Espinet. Acto seguido, y con el Terrassa más volcado, llegó el jarro de agua fría. Un gol, el de Jota, que dejó helada a la parroquia local y que volvió a reafirmar la tendencia de las últimas semanas: mal dominio de las dos áreas.

Lo que pasó después fue la larga sombra que cada vez más se alargaba y engullía al equipo egarense. Dos remates a la media vuelta de Sergi Arranz y un testarazo de Jonathan Toledo que no sirvieron ni para rascar un empate frente a un Santboià que venía con bajas y ya prácticamente apurando sus últimas oportunidades de quedarse en Tercera División.