Con los tres puntos del Reus ya en la mano, el Cádiz puede presumir de que, otro año más, permanecerá en la categoría de plata del futbol español. La gran temporada amarilla, pese a las últimas actuaciones del plantel, han supuesto un salto de nivel en todas las parcelas. Tanto en la deportiva, donde los de Cervera se han consagrado como uno de los equipos punteros de Segunda, como en la económica, donde la inyección de dinero por la venta de Vallejo ha sanado por completo las deudas de las ya olvidadas temporadas en Segunda B.

A pesar de estos grandes méritos, muchos aficionados, como es lógico, quieren seguir progresando, y visto el gran potencial que atesora la escuadra gaditana, piensan que los amarillos están preparados para dar el definitivo salto a Primera División. No obstante, para, como mínimo, entrar en el playoff, los de Cervera deberán completar un calendario de lo más complicado. Una vez finalice la semana del partido frente al Zaragoza, los gaditanos deberán ir a Las Palmas, enfrentarse en casa Numancia, viajar hasta Madrid para enfrentarse el Rayo, y acabar la temporada contra Málaga, Deportivo, Osasuna, Granada, Extremadura y Sporting. Para nada sencillo.

A esto, además, hay que añadirle las sensaciones que se tienen acerca del equipo. Los empates frente a Lugo y Córdoba en casa han reflejado la actual mala dinámica. Sin embargo, si por algo es conocido este equipo es por ser muy irregular. Al comienzo de la liga, los amarillos sumaron un total de diez encuentros sin ganar. Esta mala racha se compaginó con otra de siete victorias consecutivas, lo que acabó por auparles en la clasificación. Después, con el inicio de la segunda vuelta, se pasó a no vencer en cinco jornadas seguidas, para después, con la inclusión de Machís y la definitiva ruptura de Vallejo, sumar un total de 12 puntos de 12 posibles en cuatro jornadas.

Actualmente, los gaditanos llevan tres partidos sin conocer la victoria. Si se consigue suplir este mal estado de forma con otra gran racha de victorias como la dada en invierno, la escuadra amarilla ocupará, sin duda alguna, un puesto de playoff. Eso sí, es importante cambiar la dinámica cuanto antes. La semana de descanso puede ser crucial para que los jugadores se tomen un respiro y preparen a conciencia el partido contra el Zaragoza. Un encuentro que puede marcar un antes y un después en la recta final de la temporada.