Volvió la rutina en el Camp Nou. Tras un parón de selecciones positivo para el FC Barcelona, donde no sufrió ninguna lesión de gravedad aunque tan solo pudo realizar un entreno con todos los jugadores disponibles, el Barça regresó a la dinámica liguera venciendo. Y, además, con un Messi estelar. 

Un Barça fiable

El nombre que define a la perfección el FC Barcelona que lleva construyendo desde hace casi dos años Ernesto Valverde es "fiabilidad". Porque no despliega el fútbol más vistoso de la historia del club. Tampoco consigue, muy a menudo, goleadas estratosféricas. Pero lo que es indiscutible es que el Barça cumple y en los tiempos que corren, eso marca la diferencia.

Y el sábado ante el Espanyol, la fiabilidad azulgrana se volvió a demostrar. El FC Barcelona dominó casi todas las facetas del juego, sobre todo la posesión consiguiendo un 69%, pero en lo que a tiros a puerta se refiere, el bagaje fue bajo. Tan solo tres, y dos terminaron dentro.

El conjunto azulgrana ya avisó en el primer tiempo con una falta que lanzó Messi y Victor Sánchez, al querer despejar, casi termina introduciendo el balón dentro de su portería, pero Diego López alejó el peligro. Era el minuto 31, pero ya se avanzó los tres protagonistas del primer gol azulgrana

Es indiscutible es que el Barça cumple y en los tiempos que corren, eso marca la diferencia

Y esta fue la única ocasión clara de los primeros 45 minutos. En la previa del partido, Sergio García avisó que Rubi sabía como contrarrestar el peligro azulgrana y aunque Valverde avanzó que el Espanyol no cambiaría mucho, los azulgranas se encontraron con un rival perico que se cerró y quiso aprovechar el contraataque para marcar en el Camp Nou. El planteamiento funcionó casi a la perfección, pero los de Rubi se fueron sin sumar un punto en un estadio donde no ganan desde hace 10 años.

Ernesto Valverde volvió a acertar con los cambios / Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)
Ernesto Valverde volvió a acertar con los cambios / Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)

Messi y Valverde, decisivos una vez más

El partido lo revolucionaron dos azulgranas. Uno, desde el campo. Otro, desde el banquillo. Porque el argentino marcó los dos goles, abriendo y sentenciando el partido. Pero Valverde volvió a aparecer en el momento justo, como ya pasó ante el Betis hace tan solo unas semanas. 

Era el minuto 60 de partido y el encuentro necesitaba un cambio. Ante un planteamiento muy defensivo del Espanyol, el Barça necesitaba velocidad y con el gran partido de Rakitic y la contundencia de Busquets, el técnico azulgrana decidió hacer un doble cambio. Malcom por Arthur y Sergi Roberto por Semedo. Y el brasileño brilló.

El primer gol del Barça fue una genialidad de Messi que contó con la indispensable participación de Víctor Sánchez, que no acertó en el despeje tras la falta botada por el argentino y terminó introduciendo el balón en su propia portería. A partir de ahí, el Espanyol se creció y dejó su planteamiento defensivo por, con la entrada de Wu Lei, Sergio García y Semedo, uno más ofensivo para ir a por el partido. Y casi le sale bien. 

Las llegadas del conjunto perico fueron constantes, pero el Barça se defendió bien. Ya cuando faltaban ocho minutos para el final, Valverde dio entrada a Arturo Vidal para destruir todo aquello que construía el rival perico y, ya en el último minuto, apareció Rakitic, a quien Valverde quiso dejar en el centro del campo, y Malcom, que con aquello que el técnico azulgrana buscaba, velocidad, finalizó el contraataque para asistir a un Messi que superó hasta tres rivales y sentenció con el 2-0.

La velocidad de Malcom sentenció el encuentro / Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)
La velocidad de Malcom sentenció el encuentro / Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)

Pero el fútbol no para. Tan solo 72 horas después de jugar en el Camp Nou, el martes el FC Barcelona estará en el césped del Estadio de la Cerámica para intentar continuar sumando. Valverde ya avisó el viernes, asegurando que esta semana podría ser decisiva. Y con el técnico extremeño y un Messi imperial, todo parece más fácil