Se presentaba el Rayo Majadahonda en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo con ganas de consolidar la positiva racha de resultados de las últimas semanas. Este era el primer embite de la maratón de partidos como visitante que afronta el equipo madrileño estas semanas.

Una convocatoria, la del mister hispano-ruso, cargada de novedades. Sin duda la gran noticia en la misma era la vuelta de Carlitos tras su larga lesión que no le ha permitido debutar en el fútbol profesional hasta la fecha. Óscar Valentín también regresaba con ganas de apoyar al equipo aunque fuera desde el banquillo.

En el otro lado del verde, se encontraba el Almería. Necesitado de una victoria que le enganchase al objetivo de los playoffs cuanto antes. El equipo indálico venía de dos empates consecutivos y necesitaba empezar a sumar de tres en tres.

Así comenzó el partido, un Rayo Majadahonda con su habitual planteamiento valiente donde destacaba la suplencia de Ruibal, todavía no al 100% tras su lesión. Dani Romera se situaba en la punta del equipo junto a Héctor en un partido especial para él, era el regreso a su casa y quería gustar. El resto del equipo ya sabido con un Fede Varela en el centro del campo que quería ser el protagonista, y lo consiguió. Un dato relevante: primer partido del Rayo Majadahonda esta temporada donde repetía alineación. El habitual juego de toque se mantenía, pero ante un equipo andaluz que supo muy bien cómo contrarrestar y se hizo dueño y señor de una primera parte donde mereció mas.

En el minuto 30, Luis Rioja rompió la resistencia madrileña tras una pérdida en el centro del campo de Enzo Zidane y tras batir a Basilio de tiro cruzado. No paró el Almería tras el primer gol, y apenas dos minutos después, Basilio desbarató un tiro cruzado que rebotó en un defensa demostrando grandes reflejos. Acabaría la primera parte con un par de ocasiones más de los andaluces, pero sin acierto de cara al gol.

A la vuelta de vestuarios, el guión se mantenía en esencia. Posesión del Rayo Majdahonda, pero esta vez sí, con más aproximaciones al área del guardameta andaluz. El primer cambio no se hizo esperar y saltó al campo Aitor Ruibal en sustitución de Enzo. Sin duda, un gran acierto por parte del míster hispano-ruso, ya que, esa sustitución iba a ser a la postre, la clave para el punto obtenido por el equipo madrileño.

Llegó el minuto 53, Fede Varela enchufadísimo todo el partido, puso un pase al hueco fantástico. En carrera, Aitor Ruibal, se adelantó a la defensa para recoger el esférico y cruzar contra el portero almeriense. El empate no hizo bajar el ritmo de juego y tanto Héctor en el minuto 57, como Dani Romera en el 61, fallaron dos claras ocasiones contra el portero que hubieran sentenciado un choque bonito y divertido para el espectador.

En el minuto 65, Álvaro Gimenez empujó a gol un pase desde la frontal ante el que nada pudo hacer Basilio. Resultado injusto visto lo que estaba ocurriendo en una segunda parte donde, un Rayo Majadahonda valiente, merecía mucho más que el equipo rojiblanco.

Pero la justicia se llevó a cabo en el minuto 75. Quién sino, Fede Varela, gracias a un soberbio taconazo desde la frontal, dejó sólo a Aitor Ruibal, quien, esta vez por el palo corto, puso el empate en el electrónico del estadio almeriense.

Cuando parecía que los equipos se recogerían y aguantarían el resultado, surgió Verza, llegando desde atrás, estrelló su balón en el poste izquierdo, que hubiese supuesto un 2-3 en el minuto 80 justo visto lo visto en el césped.

Así finalizó el partido, con un resultado de 2-2 ante un Almería que sigue sin ganar, se conformó con un empate que no le ayuda en su objetivo. Por contra, el equipo madrileño, regresa a casa con un punto de oro y ya con la mente puesta en su histórica visita del próximo sábado al estadio de Riazor.

Saben los de Iriondo que los próximos dos partidos pueden suponer la salvación y no les faltará la motivación que llevan mostrando toda la temporada.