Quién te ha visto y quién te ve. Un partido que a principio de temporada podría haber parecido un mero trámite se ha convertido en algo más que tres puntos. Al menos es lo que sugería la situación. Una semana con una tensa calma en todo lo que rodea al club hacía prever la importancia del encuentro. Y es que todo lo que no fuera sumar los tres puntos  iba a suponer un alzamiento en la voz de la afición.

Con el partido en lunes, ambos equipos saltaban al césped sabiendo los resultados de sus principales competidores. El Córdoba, hasta el inicio de la jornada colista, consiguió una agónica victoria ante el Mallorca que le dio algo de esperanza en la lucha por la salvación. El Extremadura no tuvo la misma suerte y cayó derrotado por la mínima ante Osasuna en El Sadar. Por su parte, el CD Lugo se llevó un punto de Santo Domingo. Con estos resultados, el conjunto catalán afrontaba el partido a nueve puntos de la salvación, mientras que el equipo maño contaba con un colchón de cuatro puntos respecto al Extremadura, equipo que marcaba la zona de descenso.

Un arrollador Zaragoza sentencia el partido en 45 minutos

Comenzaba el partido de la misma forma que lo haría la anterior final ante el Elche, con un gol en los primeros cinco minutos. Verdasca volvía a la titularidad y lo haría de la mejor forma posible. Gol y reivindicación para adelantar al Real Zaragoza. Córner botado desde la izquierda que no acertaría a despejar la defensa del Nàstic y que lo acabaría mandando el portugués al fondo de las mallas. Lo que unas veces te quita el fútbol, otras te lo da. Tras haber encajado multitud de goles en jugadas de este tipo, el Real Zaragoza se encontraba con un gol a favor en esta faceta. Por fin.

Poco tardaría en reaccionar el Nàstic, que tendría en las botas de Imanol una ocasión clarísima. Centro desde la izquierda y remate centrado desde el punto de penalti que atajaría Cristian sin excesivas complicaciones. Susto y taquicardias. Para variar. Un pequeño arreón en mitad del asedio zaragocista. 

Seguía apretando el Real Zaragoza. Esta vez sería Delmás el que remataría desde el centro del área un balón colgado de Lasure que se marcharía ligeramente desviado. Insistir, insistir y seguir insistiendo. El Real Zaragoza tiene la lección bien aprendida. Fruto de la insistencia llegaría el segundo gol blanquillo. Pep Biel aprovechaba la pasividad defensiva para soltar un latigazo desde fuera del área.  De poco sirvió la estirada de Bernabé, que vio cómo el balón tocaba en la madera antes de entrar. Del susto a la ligera tranquilidad entre la parroquia maña.

Arreciaba la lluvia y con ella se ralentizaba el partido hasta que en el minuto 34 Suárez tendría una doble ocasión para acortar distancias. Su primer remate se iría contra la madera tras un remate de cabeza fruto de un par de rechaces. Continuaba el peligro y de nuevo Suárez pondría en apuros la meta zaragocista con un disparo cruzado. Pero la eficacia la pondría, de nuevo, el cuadro aragonés. James Igbekeme robaba un balón en el centro del campo tras una pérdida en salida de balón del Nàstic. El nigeriano enviaba un pase medido a Soro que asistía a un Delmás que se pondría el traje de delantero para anotar por abajo tras una buena finta.  Gol de '9'. Gol de la tranquilidad.

Descafeinada segunda parte

Comenzaba la segunda mitad sin demasiados sobresaltos. El Real Zaragoza trataba de imponer un ritmo lento y pausado. Por su parte, el Nàstic trataba de anotar un gol que le diera una mínima opción de competir el partido. Sin embargo, las continuas interrupciones y amonestaciones del colegiado impedían un juego fluido. En mitad de la calma, Pombo, recién ingresado en el terreno de juego, mandaría un serio aviso a Bernabé. Un gran pase de Soro le dejaba delante del portero catalán, el cual acabaría sacando una mano por alto para desbaratar la ocasión blanquilla. Aprovechar la oportunidad era lo que necesitaba el canterano. Así se lo hizo saber la grada cuando entró en el campo entre ligeros pitos. 

El partido, como la lluvia que caía sobre La Romareda, empeoraba. Tan sólo un activo y persistente Suárez era capaz de poner algo de picante al partido. Como en la primera parte, de sus botas nacerían las mejores ocasiones del equipo catalán. Sin embargo, y como viene siendo habitual desde el comienzo de la temporada, Cristian Álvarez se encargó de repeler cualquier arrebato catalán.

Un partido acabado y sentenciado en la segunda mitad y que apenas tuvo emoción en la segunda parte. Un Real Zaragoza replegado esperaba a un inocente y malherido Nàstic que tras este resultado veía como tenía pie y medio en Segunda División B. El conjunto aragonés vuelve a ampliar la distancia con el descenso a siete puntos y afrontará la siempre complicada visita al Ramón de Carranza con algo de tranquilidad. Goleada del Real Zaragoza que, como mucho, conseguirá devolver una pizca de ilusión y dará motivos a su afición de volver a llenar el Municipal. Quedan nueve partidos. Nueve finales para consolidar la permanencia y acabar la temporada de la forma más digna posible. 

Ficha técnica:

Real Zaragoza: Cristian Álvarez, Lasure, Verdasca, Guitián, Linares (Pombo, min. 57), Álvaro, James, Eguaras, Delmás, Biel (Zapater, min. 64), Soro (Guti, min. 78).

Nàstic: Bernabé, Fali, Thioune (Kanté, min. 46), Pipa, Imanol, Mikel, Abraham, Djetei, Suárez (Cotán, min. 78), Brugué (Sadik, min. 50), Viti.

Goles: 1-0 (Verdasca, min. 3), 2-0 (Biel, min. 19), 3-0 (Delmás, min. 40).

Árbitro: Gorka Sagués Oscoz, del comité vasco, amonestó con tarjeta amarilla a Linares (min. 25), Thioune (min. 45), Soro (min. 50), Imanol (min. 52), Delmás (min. 61), James (min. 72).

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 32 de la Liga 123 disputado en el Estadio Municipal de La Romareda.