Parecía que iba a continuar un partido más, pero en el minuto 93, aprovechando un pase de Vitolo que le dejaba sólo ante Iraizoz, Griezmann picaba el balón ante la salida del portero y el balón se alojaba suavemente dentro de las redes, dando adiós a una sequía que ha tenido consecuencias negativas para su equipo.
Una dinámica fatal para el equipo
No ha sido el mejor mes de marzo para Antoine, que se había quedado seco cara a portería durante siete partidos. A punto estuvo de igualar su peor racha goleadora como jugador del Atlético de Madrid, que databa de hace más de un año, aquella de los dobles enfrentamientos al Qarabag que supusieron la eliminación en Champions apresuradamente, o de los partidos ante Leganes y Depor en los que fue cambiado con 0-0.
Se echaron en falta sus goles, en la eliminatoria contra la Juventus, especialmente en ese fatídico partido de vuelta en Turin. También en el adiós casi definitivo a la Liga en San Mamés, Griezmann no mojó y el equipo lo notó. En el resto de partidos, sus compañeros, en especial Morata, suplieron la falta de gol del galo. Además estando en medio de constantes rumores sobre su futuro durante las últimas semanas, el francés no lo ha pasado bien y esa celebración del gol ante el Girona parecía contrastarlo. Ese resoplido tras marcar, de alivio total, reflejaban el estado anímico del delantero.
Clave en el partido del sábado
El empate del Barcelona en Villarreal ha causado un aumento de la motivación en las filas rojiblancas, porque una victoria el próximo sábado en el Camp Nou supondría ponerse cinco puntos por debajo y tener el "goal average" ganado, a falta de ocho jornadas.
Griezmann jugó el partido ante el Girona bajo la amenaza de que si era amonestado se perdía el decisivo encuentro, pero salvó la papeleta y formará de partida. Las esperanzas colchoneras están puestas en él, más aún tras saber que muy posiblemente ni Diego Costa ni Morata puedan jugar. La responsabilidad del gol caerá en el "7", pero ya ha demostrado sobradamente que la presión no le afecta. Es el clavo ardiendo al que se agarra el Atlético en sus aspiraciones de competir por la Liga.
