Tras empatar frente al Betis, el Rayo Vallecano viajaba hasta Ipurua con la intención de, tras ocho partidos sin conocer la victoria, sumar tres puntos que les permitieran estar un poco más cerca de la salvación. Paco Jémez puso sobre el césped a los mismos once hombres que hicieron frente a los verdiblancos, buscando mantener las buenas sensaciones y, al fin, conseguir buenos resultados.

El Rayo vuelve a sufrir otra remontada

El Eibar comenzó presionando muy arriba al Rayo, asfixiando a los de Paco Jémez, que no sabían por dónde buscar espacios. Fueron capaces de aguantar la táctica agotadora que comenzaron teniendo los de Mendilibar, hasta que llegaron a revertir la situación. Los armeros se relajaron y poco a poco la posesión y las ocasiones eran para el Rayo. Los de Vallecas se vinieron arriba poco a poco, hasta que Pozo materializó el buen juego en un gol gracias a un trallazo desde fuera del área en el minuto 40.

Este gol daba tranquilidad al Rayo, pero sabían que no podían relajarse en exceso, pues si de algo pecan los de Vallecas, es de dejar escapar muchos puntos en los últimos minutos. Pero fue inevitable no perder las marcas de los rivales por momentos, y esto acabó condenando a los franjirrojos. En el 64, una jugada del Eibar hizo que el esférico acabara en la cabeza de Charles Dias, quien pilló descolocado a Dimitrievski y pudo mandar el balón al fondo de las mallas.

Álex Moreno forcejeando con Pedro León | Fotografía: La Liga
Álex Moreno forcejeando con Pedro León | Fotografía: La Liga

Nueve minutos después, el Eibar logró consumar la remontada. Pedro León recibió un esférico que se lanzó desde la banda contraria, puso velocidad a la jugada, superó a los rivales, y batió a Dimitrievski, quien no pudo evitar que el balón se colara por entre sus piernas. El murciano, a quien las lesiones han mermado su progresión en el fútbol, celebró el gol con rabia, un tanto que permitió a los armeros dejar los tres puntos en casa, porque, después de recibir la segunda diana en contra, el Rayo se puso nervioso y lo intentó con más corazón que cabeza, pero no fue suficiente para sacar nada positivo de Ipurua.