Zidane se ha mostrado hoy bastante serio en rueda de prensa. 'Zizou' parece haber perdido su sonrisa por primera vez en todo su tiempo al mando del primer equipo blanco. La situación puede ser la más dura de todos los momentos que ha vivido como entrenador. Un equipo muerto, al que todos los partidos que le quedan son trámites y con unos jugadores pensando ya más en su futuro que en el bien del equipo. Zidane sabía que la situación era muy complicada cuando aceptó volver, además las continúas críticas de prensa y aficionados hacen que ya sea incapaz de sortearlas con esa sonrisa que siempre le ha acompañado en el cargo.
Un porcentaje muy alto de victorias
En estos 99 partidos, 70 se han saldado con victoria. La primera derrota en esta nueva etapa llegó el miércoles pasado en Mestalla. Zidane está tratando de rescatar al equipo del pozo en el que se haya sumido. Ya sea queriendo recuperar a los que han estado fuera de la dinámica este año, como Marcelo e Isco. Cómo haciendo pruebas entre aquellos que sí han jugado, aunque a un muy mal nivel. No para de repetir una frase -“habrá cambios”- pero el reto de llevar a cabo esos cambios y volver a ganar cómo en las tres últimas temporadas es mayúsculo, aunque si hay alguien que lo puede llevar a cabo es Zidane.
El título de 2017, el más importante para él
Todos sus éxitos y sus buenos resultados en Liga han tenido la seña de una gran gestión del vestuario, en el que todos los jugadores estaban metidos en la dinámica de grupo. Las constantes rotaciones fueron la clave en el doblete de Liga y Copa de Europa en la 2016/2017, pero para llevar a cabo eso, hace falta una plantilla amplia y de renombre. La Unidad B, como se catalogó a aquellos que luego no eran titulares en los partidos más importantes, ha sido desmantelada en las dos ultimas temporadas. Si a eso se le suma que el modelo de fichajes se ha llevado al extremo, al incorporar, únicamente, jugadores jóvenes con poca experiencia en la élite, nos da como resultado lo visto esta última temporada. Lo peor es que el año pasado ya se vieron síntomas con el mal papel en Liga y Copa. Zidane se fue avisando de que algunos cambios eran necesarios, ahora ha vuelto para llevarlos a cabo.
Los 100 partidos significan poco para alguien con un palmarés tan extenso cómo él. Sin embargo, deben ser una motivación más para conseguir revertir la situación y la victoria, pues el Eibar ya pasó por encima del Real Madrid en Ipurúa, con un contundente 3-0. Aunque ya se mire a la próxima temporada, esta aún no ha llegado a su fin y el Real Madrid no puede permitirse mostrar esta imagen hasta finales de mayo.