Visitaba el Rayo Majadahonda otro estadio mítico del fútbol español. En este caso, nada más y nada menos que Riazor. Feudo de un equipo que ha sido campeón de Liga hace no mucho y que, en estos momentos, lucha por el ascenso a la primera división del fútbol español.

Avisaba el mister Iriondo que no iban a ir a Coruña a jugar con complejos, que iban a ir a por la victoria y que no se iban a arrugar ante el Deportivo de la Coruña. No se arrugó el técnico hispano-ruso vista la alineación que presentó sobre el inmaculado verde de Riazor. De nuevo un once distinto donde destacaba la vuelta a la titularidad de Manu del Moral en lugar de Dani Romera y una zaga donde Luso ya parece completamente recuperado de sus molestias. Finalmente no viajó Verza por molestias y su puesto fue ocupado por Óscar Valentín en el centro del campo.

El Deportivo se presentaba ante su público con la obligatoriedad de, no sólo ganar, sino también de gustar vista la inquietud de las últimas semanas de la parroquia gallega. Desde la jornada 25 ante el Granada el diez de febrero, no consigue ganar (a excepción de los tres puntos ante el Reus sin jugar) y sólo atesora empates y derrotas en su casillero que le hacen más difícil cada jornada el sueño del ascenso. El míster del conjunto gallego, Natxo González, se enfrentaba ante su posible último partido en caso de no conseguir los tres puntos ante el equipo madrileño.

Arrancó el partido sin un control claro del partido por parte de ninguno de los dos equipos sobre el terreno. Cosa rara en los planteamientos del equipo madrileño, dejó que el Deportivo controlase el balón y esperó agazapado su momento. Bien es cierto que Basilio apenas tuvo que emplearse a fondo, por lo que el control no terminaba de dar frutos para el equipo local.

Poco a poco el Rayo Majadahonda empezó a gustarse sobre el campo y tuvo las primeras, y más claras, ocasiones de la primera parte. Primero Enzo, en un remate de volea a rechace de Dani Giménez y posteriormente Héctor, intentaron poner distancias en el electrónico. Poco más que destacar de una primera parte más igualada en la que el guardameta local fue el mejor de un choque que no gustaba a la afición local. Prueba de ello, la pitada con la que sus jugadores fueron despedidos antes de entrar en el vestuario.

La segunda parte fue una continuación del último tramo de la primera parte. Hubo dos sustituciones, una por cada bando. En el cuadro local entró Vitor Silva y por el cuadro visitante, Carlitos entró en lugar de un, no muy afortunado, Manu del Moral. Un Deportivo desubicado, sin posición en el campo y corriendo sin sentido, claudicaba ante el control del esférico por parte de los madrileños.

En el minuto 52, quién sino, Aitor Ruibal, aprovechó una asistencia en largo de Óscar Valentín para encarar a la defensa y, de un latigazo, colar el esférico en el fondo del palo largo del portero del conjunto coruñes. Un gol muy parecido al que anotó ante el Sporting en El Molinón. Control, encare y disparo suave pero ajustado, al palo largo.

Continuaba el mismo guión de partido, control del Rayo Majadahonda gracias a un imperial Fede Varela en el centro del campo. Así se llegó al minuto 70 cuando, esta vez tras pase de Luso, de nuevo Ruibal, en similar posición al anterior gol, volvió a anotar de tiro raso desde fuera del área. El habilidoso delantero del Betis (cedido por una temporada), engañó a la perfección ajustando el cuero al palo contrario que en el anterior gol rayista.

Con el 0-2 en el electrónico, Iriondo vio oportuno "plegar velas" y comenzó un carrusel de cambios para mantener un resultado histórico que haría, sin duda, una vuelta a Madrid por carretera mucho más amena. El segundo cambio fue un Enzo Zidane de menos a más en el partido, quien dejó su puesto a Galán con un perfil claro de contención. Posteriormente, el juvenil Guerrero (pretendido por el Juvenil del Real Madrid), entró en el terreno de juego en lugar de un tocado Óscar Valentín, quien está a la espera de pruebas médicas por dichas molestias.

El Deportivo apretó de forma estéril hasta el final del partido sin fortuna de cara a la meta de Basilio quién, ya en los últimos compases del encuentro, tuvo que emplearse a fondo para acabar con la portería a cero. El Rayo Majadahonda acabó con diez jugadores ante otra lesión con los tres cambios ya realizados. Carlitos abandonó el terreno por un golpe en el gemelo esperando que no vaya a más y pueda, el próximo sábado ante el Tenerife, debutar ante su afición este año.

Así pues, un histórico Rayo Majadahonda que vence 0-2 en Riazor ante todo un Deportivo con aspiraciones mucho mayores esta temporada. De diez, el equipo de Iriondo que en las últimas tres jornadas ha sumado siete de nueve puntos, teniendo en cuenta que ha jugado dos partidos de forma consecutiva fuera de su feudo.

El próximo sábado, a las 20:30 horas, en el Cerro del Espino ante el C.D. Tenerife, el Rayo Majadahonda puede dejar prácticamente sentenciada la permanencia en la división de plata. Para ello, se pondrán los jugadores a trabajar esta semana con la misma intensidad que vienen demostrando en los últimos meses de competición esperando, que con su empeño y el aliento de la afición, se certifique cuanto antes el objetivo.