El Deportivo volvía a Riazor con ganas de resurgir de su mala dinámica en el mes de Marzo, en el que no solo perdió puntos, sino que también perdía la imagen de un equipo que no necesitaba hacer mucho para crear ocasiones y marcar gol. El equipo fue incapaz de pasar de tres cuartos de cancha con claridad y las oportunidades ocasionadas se podrían contar con los dedos de una mano.

El 4-3-1-2 era el sistema elegido por el técnico vasco, con los interiores a pie cambiado para poder darle mas profundidad a los laterales, lo que hacía que cuando el equipo atacaba se convertía en un 3-5-2, incrustando a Didier Moreno entre los centrales y dándole los mandos de la creación a Vicente y a Edu Expósito que no estuvieron muy acertados, perdiendo balones en la salida del balón y sin ser capaces de conectar ni con Quique ni con Carlos Fernández. Eso respeto a la primera parte, ya que el equipo cambió a un 4-3-3 desde el primer minuto de la segunda parte, cuando Natxo sacaba del campo al mediocentro Canario, Vicente Gómez, y daba entrada a Vítor Silva, también cambió la posición de los tres de arriba, Nahuel que empezaba el partido como mediapunta se colocaba en el extremo izquierdo y Quique en el derecho, lo que hacía que Carlos Fernández ocupara el rol de delantero centro.

El juego combinativo de los blanquiazules fue respondido con contras muy peligrosas por el equipo madrileño, que supo aprovechar las incorporaciones al ataque de los laterales del Dépor, que no daban regresado a defender, tanto Eneko Bóveda como Diego Caballo estaban lentos a la hora de replegarse y así fue como llegaron los goles del Rayo Majadahonda, con un Aitor Rubial en estado de gracia marcaba los dos goles del conjunto visitante. A partir del segundo gol encajado el Dépor se hundió mental y animicamente, el único que lo intentaba pero sin fortuna era Carlos Fernández, con algún que otro disparo a`porteria que no creaba peligro alguno a Basilio.

Los siguientes cambios que hizo el entrenador deportivista, se quedaron sólo en una declaración de intenciones de ir a por la remontada pero con el mismo resultado que se producía hasta el momento, sacaba del campo Eneko Bóveda lento en defensa e impreciso en ataque, ya que no dio sacado un buen centro en los 70 minutos disputados, dando entrada a Pedro Sánchez y 5 minutos más tarde cambiaba a un irreconocible Edu Expósito y daba entrada a Borja Valle que ocupaba una posición nueva para él, la de interior derecho. A partir de ahí el Dépor jugó con un estilo más directo y así llegaron las mejores oportunidades para el cuadro local, con un disparo de Diego Caballo desde la frontal que Basilio enviaba a córner y en un remate de Carlos Fernández que detuvo sin mayores problemas el portero del Rayo.

El Dépor suma otra derrota que deja al equipo contra las cuerdas, ya que de podría abandonar esta misma jornada los puestos de ascenso. La pésima imagen dada por el equipo hizo que llegara la primera pitada de la temporada y de una pañolada que hacía años que no se veía en Riazor.