Se trataba de una jornada clave para el equipo malaguista, no en vano era positivo el empate la semana anterior en su feudo ante el Sporting de Gijón tras la derrota sufrida por el equipo granadino en Los Pajaritos. Con ello, el Málaga CF afrontaba este partido encontrándose únicamente a tres puntos del ascenso directo. 

Sin embargo, cuando el capitán del barco, en este caso Muñiz, no quiere catalogar el partido como clave, fundamental... una final en toda regla, ya que si se ganaba se lograba alcanzar al segundo clasificado, y si se perdía se alejaban las opciones al quedar a seis puntos más el golaverage perdido, entonces es muy difícil tener una gran convicción en que los jugadores salgan al partido a por la victoria. En primer lugar, siempre se ha dicho por parte del asturiano que desde principios de temporada lo importante era tener posicionado al equipo en la última parte del campeonato con opciones de poder lograr algo grande. Ahora, los blanquiazules llegan a una jornada clave perdiendo y todavía parece que no se da cuenta que esto parece que va cuesta abajo, sin frenos.

El Málaga CF, después de esta derrota por 1-0, queda a tres partidos del ascenso directo cuando quedan nueve partidos por disputarse. Pero claro, para Muñiz, la autocrítica no existe ni para él ni para sus jugadores: "Cuando veo a mi equipo es difícil ver un desastre. El partido volvió a estar equilibrado, hubo una expulsión y ya se rompe", fueron sus declaraciones. Pero claro, no se ve o no se quiere tener en cuenta que cuando el partido vuelve a estar equilibrado es en ese momento del partido, porque respecto al resultado la ventaja es del equipo contrario y entonces se va a remolque... No se puede concebir que en el minuto cinco de partido un jugador anote un gol libre de marca, y que no se realice un tiro a puerta con peligro hasta el minuto... y que la intensidad de los jugadores quede en duda y que en la parte ofensiva sea el equipo tan indolente. Alguien deberá aplicar soluciones o dar un giro a lo que se lleva viendo en toda la segunda vuelta.

A nivel estadístico, el equipo en los últimos once partidos jugados ha ganado dos partidos (Rayo Majadahonda y Nástic, ambos a domicilio), y ha perdido totalmente su principal virtud en la primera vuelta: su consistencia a nivel defensivo. Con ello, se suma la ineficacia ofensiva y la debilidad mostrada en La Rosaleda donde el equipo juega con nerviosismo y queda un equipo cuyos últimos resultados cosechados se asemejan en puntuación a los de un equipo de la zona baja de la clasificación.

La afición malaguista

Parece ser que el pensamiento del entrenador/jugadores y la afición difieren, y en este caso el partido ante el Granada sí se consideraba por parte de la afición una auténtica final para poder lograr la victoria y no dejar de pelear por el ascenso directo. En primer lugar, hicieron cola en las taquillas del Estadio de La Rosaleda para lograr algunas de las entradas que el club ponía en disposición para el público en general. Posteriormente, a través de la venta on-line, los aficionados buscaban asistir de cualquier forma a Granada. Fueron unos 3.000 aficionados los desplazados a la ciudad de la Alhambra, desafiando al frío, lluvia e incluso granizos durante el día. Familias, amigos,... con sus propios vehículos desafiando el adverso clima metereológico, sacrificando su tiempo libre y destinando parte de su economía doméstica para ver a su equipo, porque confiaban en la victoria... y vieron un espectáculo que no merecían. La afición, desencantada y mojada (nunca mejor dicho), abandonó la grada de Los Cármenes haciéndose a la idea de que el ascenso directo era casi imposible después del bochornoso partido que vieron de su equipo. Ocurrió lo peor, porque la afición no vio al equipo sacrificarse ni salir "como leones" al terreno de juego, cuando las circunstancias lo requerían. Si no se crean ocasiones de peligro y no se tira a puerta, es difícil poder marcar gol y por lo tanto lograr la victoria.

Ahora, después del triunfo cosechado en esta jornada por parte del Albacete ante el Alcorcón, los tres primeros clasificados abren una brecha respecto al resto de equipos en busca del ascenso directo. Mientras, el Málaga CF ni está ni se le espera. Es más, se está dudando tras la racha de estos últimos partidos de que el equipo pueda incluso mantener los puestos para jugar la promoción. Esto es el precio que se paga cuando las sensaciones mostradas dejan mucho que desear para una afición que está esperando una alegría en forma de ascenso.

¿Deberá reaccionar el club ante esta racha de resultados negativos estas últimas jornadas? De momento, este domingo el Deportivo de La Coruña ha comunicado la destitución de su entrenador Natxo González tras una racha negativa de resultados. El club malaguista debe actuar tomando decisiones sean drásticas o no, pero o cambia la dinámica, o el club se verá abocado a permanecer otra temporada más en la categoría de plata.