El sueño de Las Palmas tras su desastrosa temporada en Primera comenzó con el regreso a dicha categoría. Con una planificación deportiva que, a priori, apuntaba a maneras y con un entrenador capaz de dirigir a los canarios de vuelta a la alta división. Pero ni Manolo Jiménez ni Paco Herrera han conseguido darle la vuelta a la situación. Ahora, con un nuevo entrenador, Las Palmas sigue sin conseguir ganar.

Pepe Mel recogió el testigo pisoteado

La mala dinámica de siete encuentros sin ganar de Las Palmas en octubre derivó al despido de Manolo Jiménez como técnico. A pesar de haber perdido un solo partido, la directiva vio imposible que el sevillano retomara al equipo. Paco Herrera, el hombre del ascenso a Primera, volvió a casa para darle vida al proyecto, pero ni siquiera él consiguió reanimar el equipo. Precisamente, contra el Cádiz, recibió una gran goleada en Carranza por 4-1.

Unas derrotas más terminaron con la segunda etapa de Herrera en el Gran Canaria y Pepe Mel vino al rescate. Con mucho por hacer, con jugadores que no gustaban en su estilo y el imposible objetivo de llegar al playoff, Mel se puso el mono de trabajo. Desde su llegada ha cambiado de esquema hasta cuatro veces, todas sin éxito. El ex bético ya no sabe que hacer. El testigo que recogió hace un par de meses estaba tan pisoteado que ya es, prácticamente, imposible colocar al equipo arriba. 

Gran Canaria quiere ganar

El estadio de Gran Canaria recibe este fin de semana al Cádiz CF. Canarios y gaditanos quieren puntuar en tres este duelo para poder aspirar a un puesto en el playoff. Los locales lo tienen más difícil que los cadistas, pero una victoria sabría bien para todos los aficionados pío-pío. En mente está el 4-1 que endosó el equipo andaluz en la primera vuelta que supuso quitar a Las Palmas del ascenso

Una victoria vendría bien al equipo de Mel, porque no consiguen una victoria desde el 17 de febrero. Casi dos meses sin ganar que dejan sin opciones a los amarillos de las islas. El Cádiz, por otro lado, si gana olvidaría esa racha de 4 partidos sin ganar -sin contar el duelo ante el Reus que, aún puntuar por tres, el equipo no jugó dicho partido-.