Los pupilos de José Luis Mendilibar fueron partícipes por primera vez desde su existencia de La Liga Santander allá por la temporada 2014/2015; el logro de haber ascendido a la máxima categoría del fútbol español fue inexplicable, increíble. Los jugadores no se lo creían, y los seguidores armeros tampoco tenían constancia alguna del objetivo alcanzado.

Desde entonces comenzó a escribirse un nuevo capítulo, cuando abrieron su participación en Primera División, enfrentándose casualmente a la Real Sociedad, próximo rival. Un 24 de agosto de 2014, los txuri-urdin visitarían el Estadio Municipal de Ipurúa, para finalmente salir vencidos del feudo armero, con un solitario gol de Javi Lara, al filo del descanso. En esa misma temporada, en el Estadio de Anoeta, sería el equipo local quién vencería, también por la mínima, con obra del eterno Xabi Prieto.

Llegaría la 2015/2016 y la Real volvería a vencer en Anoeta, tras remontar un 0-1 convertido por Borja Bastón, nada más comenzar el encuentro. Fue Imanol Agirretxe, el héroe txuri-urdin, cuando en doble ocasión perforó la portería de Asier Riesgo. Al igual que en la anterior campaña, el resultado en ambos escenarios volvería a ser idéntico, pues sería la SD Eibar quién vencería en Ipurúa por 2-1.

Esa racha de resultados exactos se desharía en la 16/17, cuando en Ipurúa seguiría reinando el equipo local, por 2-0, mientras que en la capital guipuzcoana las tablas serían protagonistas (2-2).

Eso sí, llegaría el siguiente curso y la Real Sociedad recuperaría el trono ante su gente, venciendo con contundencia, por 3-1. Ya en abril, no habría goles en Ipurúa.

Finalmente, en la 2018/2019, en la presente campaña, los de Imanol Alguacil visitaron Ipurúa, con el entonces mister txuri-urdin, Asier Garitano, para salir derrotados por 2-1. Éste próximo domingo, a partir de las 16:15 horas, serán los armeros los que visiten el Estadio de Anoeta, sin objetivo alguno, pues se antoja demasiado complicado alcanzar los puestos de Europa. Lo que es seguro, es que ambos conjuntos lucharán hasta el final por lograr el objetivo, por muy lejos que parezca estar.