"Entrenador nuevo, victoria segura" dice el famoso refrán. A esa baza se agarra cualquier deportivista para afrontar, con cierto optimismo, la visita de su equipo al Reino de Navarra. El cambio de técnico ha revitalizado a la afición coruñesa que ve en Martí un revulsivo para lograr el ascenso. La primera final del técnico balear tendrá lugar en una de las plazas más complicadas de la categoría y frente a un Osasuna que ha puesto la marcha directa hacia Primera.

¿Entrenador nuevo, victoria segura? No en el Deportivo

El famoso refranero es aplicable en la mayoría de equipos. No en el Deportivo. De los siete nueve técnicos contratados por la actual Junta Directiva, solo fue capaz de estrenarse con victoria Gaizka Garitano (2-1 en Riazor frente al Eibar). El reto que afronta José Luís Martí es complicado: deberá luchar contra la historia en un lugar tan complicado como lo es El Sadar. Ganar al conjunto rojillo supondría un chute de autoestima para la plantilla herculina. 

Bajas importante en el Deportivo

Los problemas físicos están mermando al conjunto coruñés en la segunda vuelta de campeonato. Las bajas de larga duración de Krohn-Dehli y Dubarbier, las continuadas recaídas de Cartabia y Carlos Fernández y las múltiples molestias en jugadores como Simón, Quique o Vicente han afectado al rendimiento general del equipo. Actualmente el Dépor tiene un auténtico overbooking en la enfermería. Para el encuentro ante el Osasuna, Martí no podrá contar con Cartabia, Krohn-Dehli, Carlos Fernández y David Simón. 

Intratables ante los rivales directos

Cualquier equipo que quiera ascender debe cumplir dos tareas: ganar a los rivales directos y hacerse fuerte como local. El Deportivo está fallando en el segundo cometido, puesto que en el primero tiene matricula de honor, de momento. Los coruñeses han ganado frente al Granada y al Sporting, en ambos casos en los dos partidos. También sumaron los tres puntos ante Osasuna y Albacete en Riazor. Seguir ganando contra rivales de arriba puede acercar al Dépor a su objetivo. 

Bienvenidos al Reino de Navarra

Un total de 16 partidos se han disputado esta temporada en El Sadar. Hasta la fecha, los rojillo han ganado 14 partidos y empatado los otros restantes. Un auténtico fortín. Únicamente Numancia y Elche, en los meses de agosto y septiembre, fueron capaces de evitar que los tres puntos se quedaran en Pamplona. El buen momento que atraviesa el Osasuna se refleja en las doce victorias consecutivas que encadena como local. Una barbaridad tratándose de una competición como la Liga 123. Un estadio en el que la gente se vuelca con su equipo. Un equipo que ejerce a la perfección la filosofía de la entidad: presión intensa, verticalidad y profundidad en la parcela ofensiva y el balón parado como arma principal. 

"La pregunta es cuándo va a ascender el Dépor, no si lo hará"

Con esta reflexión personal, Jagoba Arrasate abandonaba la sala de prensa de Riazor después de perder el encuentro correspondiente a la jornada 15. Un partido en el que el Deportivo fue claramente superior al elenco navarro y con el que los coruñeses se postulaban como claros favoritos al ascenso directo. Ahora, en pleno sprint final de temporada, las tornas han cambiado totalmente. Osasuna es el líder autoritario de la categoría y el Dépor se encuentra lejos de las plazas de ascenso directo. Es fútbol. 

"Lo que se tiene que ver es un Dépor que va a por el partido en El Sadar"

Así de contundente se mostraba Quique González en rueda de prensa esta semana. El ariete pucelano, que se enfrentará al que fuera su equipo la pasada temporada, tiene claro qué quiere ver en el Deportivo: iniciativa, dominio y voluntad. La escuadra blanquiazul tiene una oportunidad dorada para demostrar que puede pelear hasta el final de liga por los puestos más altos de la tabla. 

Posibles onces