El técnico realiza estos días sus prácticas como entrenador. En su comparecencia ante los medios de comunicación se notaba que estaba ilusionado y encantado con el Celta, ya que le había brindado la oportunidad de hacer las prácticas del curso UEFA Pro. “Es un lujo hacerlo con el equipo en el que me formé y en el que comencé mi carrera profesional. Nunca se sabe si algún día entrenaré al Celta. Hay que dar pasos y estoy en periodo de aprendizaje”.

Salgado mantiene la esperanza de que el club Celta se salvará. “Ahora, tras la llegada de Escribá y haber conseguido siete puntos en tres partido, es el momento del Celta”. Ha destacado al jugador Emre Mor, analizándolo como un chaval joven, con un potencial increíble que marca diferencias, pero tiene que saber dónde está y cuál es su rol en el equipo. “Simplemente le puedo dar mi consejo de tío mayor que ha estado 19 años ahí. Lo primero es decirle que no pierda el tiempo, que el fútbol pasa rapidísimo y a él Dios lo ha dotado con unas condiciones que no es fácil tenerlas”.

El momento de analizar la situación será una vez acabada La Liga. Míchel Salgado reconoce que no era de esperar la temporada que está teniendo esta temporada el conjunto blanco. Un punto a favor ha sido la llegada de Zidane, quien ha aportado tranquilidad al club y relajado los ánimos.

Salgado niega rotundamente que la solución para este declive sea la de una limpieza en el vestuario. El principal paso que tiene que dar el Real Madrid que Cristiano ya no está. “No soy partidario de las limpias. Lo que tienes que hacer es un análisis real de lo que necesitas. Zizou sabe perfectamente lo que quiere. Él ya conoce a los jugadores. Este Real Madrid ha estado jugando con un estilo muy marcado con Cristiano y a lo mejor tiene que ser un equipo diferente sin él. Tiene que buscar otro tipo de estilo”.

Para Salgado era obvio que tras una salida tan importante como la de Cristiano, un jugador de 50 goles, podría pasar una catástrofe como la que atraviesa el equipo. La solución sería hacer borrón y cuenta nueva, con los pies en el suelo, porque el Real Madrid tiene un ADN especial, capaz de hacer que renazca tras la caída.