El pasado jueves, en el entrenamiento matinal, el técnico volvió a probar este mismo sistema de juego en el que dejó dos formaciones bastante sorprendentes.

En una se encontraban en portería Dani Giménez, con una defensa formada por Bóveda, Iñigo López, Pablo Marí y Saúl. En el medio, un doble pivote defensivo con Didier Moreno y Alex Bergantiños. Por delante una línea de tres, ocupando las bandas Borja Valle y Fede Cartabia y en la mediapunta Vítor Silva. Arriba el goleador deportivista Quique.

En la otra formación situó bajo palos a Ortolá, en defensa Dubarbier como lateral derecho, algo que a priori parece más una opción de entrenamiento que una opción real para ocupar esa demarcación. Como zagueros, Duarte y el italiano Somma y el flanco izquierdo fue para Caballo. Un medio del campo creativo con Mosquera y Vicente Gómez, en bandas dos mediapuntas como son Pedro Sánchez y Nahuel Leiva y en la posición de estos jugadores, Edu Expósito. Arriba el delantero venezolano, Christian Santos.

Llamativo cuanto menos las dos formaciones con las que entrenó Martí. Parece más una prueba para ver cómo se desenvuelven los jugadores con sus compañeros que una decisión definitiva para el encuentro de este domingo frente al Extremadura en Riazor.

Tras la vuelta al once la pasada jornada en Pamplona de Christian Santos, provocó que Quique tuviera que ocupar la banda, como ya había hecho el año pasado en Osasuna. A priori no es la demarcación en la que se pueda sacar el máximo rendimiento de un delantero que este año está siendo de lo más positivo en el Deportivo. Gracias a sus 15 goles que están ayudando y mucho, a que el Deportivo pueda mantenerse con opciones de entrar en los playoffs de ascenso a la Liga Santander, ya que en estos momentos ocupa la 7° posición y no sería suficiente para optar a los playoffs.

La entrada de Mosquera en el once, aumenta la creatividad en el medio del campo de un Deportivo al que en los últimos meses ha echado en falta a un referente en la medular. Hasta ahora, Edu Expósito ha sido el que ha tenido que tirar del carro en numerosas ocasiones, pero no es suficiente. El jugador catalán necesita la ayuda de alguien con el que poder asociarse para buscar llegar a área rival mediante combinaciones rápidas y triangulaciones inteligentes.

Hay jugadores en la plantilla herculina para buscar un fútbol en el que el protagonista sea el balón. Una defensa como la formada por Duarte y Marí da motivos suficientes para confiar en que el balón tiene que ser su mejor amigo. Deben buscar una salida limpia desde atrás en la que la medular herculina se ofrezca para recibir el balón, sumado al apoyo del mediapunta, busquen triangulaciones rápidas para que el trabajo de los delanteros sea únicamente finalizar la jugada.

El Deportivo tiene que buscar la creatividad de centrocampistas como Vicente Gómez, Mosquera o Edu Expósito, ya que deben dar un paso al frente para demostrar su gran dominio del balón.

El problema principal de estos últimos meses está siendo la falta de confianza de los jugadores del club coruñés, debido a los malos resultados cosechados en los últimos encuentros de la Liga 1|2|3. Algo que está perjudicando enormemente el juego deportivista. Un juego que en las primeras jornadas de Liga estaba siendo de lo mejor de la competición, pero que en los últimos meses se ha visto frenado en seco y de ahí, la destitución de Natxo González.

La falta de confianza viene de que la seguridad en el juego no solo se gana con buenas acciones futbolísticas, sino también con el apoyo de la afición. Quedan ocho jornadas de Liga y la afición deportivista no debe rendirse, debe seguir alentando a sus jugadores hasta el final de Liga, como ha hecho siempre. El Deportivo ha vivido descensos y ascensos, ha tocado la cima con los seis títulos ganados y ha llegado a unas semifinales de Champions. Algo que nunca habría conseguido sin esa afición que en 2012 recibió el premio a la mejor hinchada de España.