Desde que el Real Oviedo regresó al fútbol profesional en 2015, los carbayones han vivido en una especie de Día de la Marmota, aunque en este caso, Temporada de la Marmota. El conjunto azul ha sufrido el mismo destino tanto en el estreno con Sergio Egea y David Generelo, el siguiente año con Fernando Hierro y la pasada temporada con Juan Antonio Anquela.

A pesar de realizar campañas notables, con más victorias que derrotas y alegrías, como la de la pasada temporada al imponerse en el derbi asturiano en el Tartiere, los carbayones siempre se caían de los playoffs de ascenso en las últimas semanas. En varias ocasiones, los azules se encontraron durante gran parte de la misma en las posiciones de arriba de la tabla, ocupando el tercer puesto de la liga incluso, y a apenas dos o tres puntos del ascenso directo. Sin embargo, las jornadas finales siempre fueron un desastre, con grandes decepciones ante equipos de abajo, incluso que terminaron descendiendo, provocando que el Real Oviedo se saliese de la zona noble en el peor momento posible. 

Mismamente, el año pasado, el equipo que ya entrenaba Juan Antonio Anquela, tuvo su última jornada en promoción de ascenso en la número 35, perdiéndola a partir de ahí y siendo incapaces de recuperarla a pesar de estar bien cerca y de llegar a la última jornada solo dos puntos por debajo. De hecho, durante ese último día de fútbol, la afición carbayona se quedó a un solo gol de celebrar entrar en playoffs, ya que todos los resultados necesarios se estaban dando, y solo faltó que la Cultural Leonesa empatase su partido ante el Numancia (resultado que le podría haber valido para mantener la categoría y no descender, como acabó pasando). 

Imagen: Real Oviedo
Imagen: Real Oviedo

Este año, el Real Oviedo se encuentra solo un punto por debajo que el pasado, al tener 52 (al igual que el Sporting de Gijón). El destino de los azules lo marcarán los siguientes resultados, comenzando por el Córdoba, último equipo de La Liga 1|2|3 y en una situación muy delicada por impagos y castigos. De obtener tres puntos, y dependiendo del resto de resultados, los ovetenses igualarían podrían a superar al Sporting y Deportivo en caso de que ambos pierdan (un empate de los gijoneses ante el Elche también beneficiaría al Oviedo).

Después, las siguientes siete finales a las que el equipo entrenado por Anquela se tendrá que enfrentar son ante el Almería, Granada, Málaga, Numancia, Tenerife, Rayo Majadahonda y Osasuna, siendo este último encuentro fuera de casa, en Pamplona. De todos ellos, tres conjuntos se encuentran por encima del Real Oviedo (Granada, Osasuna y Málaga), mientras que los otros cuatro están por debajo (el Almería es el inmediato perseguidor de los carbayones), aunque presumiblemente, todos ellos se jugarán o entrar en playoffs o no descender, por lo que ningún partido será sencillo. 

Ocho finales para determinar si el Real Oviedo cometerá los errores de siempre, o si por el contrario, serán capaces de brindar a su afición la oportunidad de preparar unos playoffs en su estadio y, quien sabe, ascender a La Liga Santander.