Se presentaba el Rayo Majadahonda en el Estadio de Son Moix con un cambio en sus rutinas habituales. El equipo volaba a las Islas la misma mañana del partido, buscando una rutina distinta en sus desplazamientos que le ayudara a mantener su racha de los últimos partidos fuera de casa. Venía el Rayo de conseguir dos victorias, un empate y una derrota en sus últimos cuatro partidos lejos del Cerro. Se antojaba casi obligado puntuar tras el traspiés de la última jornada ante el Tenerife y ante un rival en plena lucha por los playoffs de ascenso a primera división.

El míster hispano-ruso contaba con notables bajas en su convocatoria. Cierto es que no ha habido prácticamente jornada en toda la temporada donde las lesiones o sanciones penalicen las convocatorias. Para este encuentro, tres eran esas bajas que condicionarían al equipo. Morillas no iba a poder ocupar el lateral izquierdo por cumplir ciclo de amarillas. En el centro del campo, Verza, todavía con molestias tras el partido ante el Almería, no pudo partir en el vuelo destino a las Islas. Por último, Carlitos, sigue sin recuperarse de la lesión en el gemelo que le tiene en el dique seco desde la gran victoria del equipo majariego en Riazor.

En el otro lado, el equipo balear, llegaba lanzado al duelo con la aspiración de asentarse en puestos de playoffs y porqué no, luchar por puestos de ascenso directo. El equipo bermellón no es el rival propicio para un Rayo Majadahonda necesitado, y prueba de ello son los últimos tres duelos directos. En ellos, los baleares sólo conocen la victoria ante el Rayo y mejor aún para ellos, no constan goles en su contra por parte del equipo madrileño. Aparte del partido de la primera vuelta, ambos equipos se enfrentaron hace menos de un año para decidir quién era el campeón absoluto de la Segunda División B.

Arrancó el encuentro con claro dominio del equipo bermellón ante un "desubicado" Rayo Majadahonda. No tardaron en llegar las ocasiones, y ya en el minuto diez un balón al poste de Basilio y un tiro cruzado que se fue por poco, demostraron que el partido de Son Moix sería largo para el equipo madrileño. La dupla puesta en liza por Iriondo con Enzo y Óscar en el centro del campo no hizo su función. Descolocados y descoordinados, no pudieron en ningún momento guiar a su equipo ni presionar las salidas del equipo balear.

El primer gol, fruto de un garrafal fallo de Andújar en su cesión a Basilio, fue aprovechado por Aridai en el minuto 16 para anotar a placer. No se recompuso el equipo madrileño y una internada por la banda de Lago Junior acabó en un dudoso penalti por parte de Isaac Carcelén, que le costaba además la tarjeta amarilla. No falló Lago Junior para anotar el 2-0 y poner el partido muy de cara para el equipo local.

A partir de ahí, el Rayo se empezó a estirar, pero sin fortuna final y con un Aitor Ruibal que intentó todo, pero no era la tarde propicia. Manu del Moral, novedad en la titularidad, no estuvo compenetrado con Ruibal y eso lo pagó el equipo en los metros finales.

Arrancó la segunda con un cambio por parte del equipo visitante. Un desafortunado Manu del Moral dejaba su puesto a Héctor, buscando esa compenetración y acierto de cara a la portería rival. Fede Varela se empezaba a soltar un poco más de la presión a la que era sometido en el centro del campo, y por sus botas pasaron las mejores ocasiones del equipo madrileño. Un desaparecido Zidane se encargaba de cometer faltas y cortar las contras baleares, pero olvidándose de su labor de creación junto a Fede y Óscar y aquí, el Rayo Majadahonda, perdió gran parte de sus opciones de remontada.

No era el día. Minuto 67 y penalti a favor del Rayo Majadahonda que hubiese supuesto, al menos, una mínima presión para un cómodo Mallorca, pero en esta ocasión, Héctor erraba el mismo y ahí se acabó el partido para un Rayo Majadahonda desconocido en los últimos dos partidos. Un 2-0 final que pudo haber sido mayor si el Mallorca así lo hubiese querido.

Sólo toca centrarse en el próximo partido, un duro rival visita el Cerro el próximo domingo a las 12:00 horas. Un Cádiz lanzado hacia el ascenso y con una racha difícil de romper y menos viendo el juego mostrado por el cuadro madrileño los últimos partidos. Debe ser una final, y así se lo hará saber el míster hispano-ruso a sus jugadores de cara a motivarles como él sólo sabe para sacar lo mejor de un equipo que no pasa por su mejor momento de la temporada.

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