La palabra victoria estaba en la cabeza de todos los pucelanos: entrenador, jugadores y afición. Y ninguno de estos defraudó, empezando por una afición que recibió al equipo de una manera espectacular, y acabando por un entrenador que salió con la idea de ganar y unos jugadores que se dejaron el alma en el campo.  Por eso este triunfo significa tanto, conseguido a través de una propuesta valiente, y que vale media salvación. Todos han jugado muy bien y a un gran nivel. Este es el camino de la salvación para el Pucela. 

El Girona salió desde el principio a tener el balón y dormir el encuentro, en resumen, salió a por el 0-0, que era un buen resultado para ellos. Lo consiguió durante unos minutos pero pronto el dominio fue para los pucelanos, que tuvieron la primera ocasión a los siete minutos con un tiro de Waldo desde la frontal que detuvo en dos tiempos Bono. El primer tramo de choque fue muy trabado, con muchas interrupciones y faltas por parte del Girona, que impedían al Valladolid estar cómodo y jugar como quería.

El equipo gerundense apenas llegaba a la portería de Masip y el protagonismo lo llevaba el Valladolid en unos minutos de tanteo, donde el equipo pucelano proponía mucho más que el Girona, que llegaba con un remate defectuoso de cabeza de Portu, y una intervención de Calero para desbaratar un centro lateral dirigido al pie de Stuani dentro del área. Sin embargo, era Bono el que tenía que emplearse a fondo, para que Waldo tras realizar una pared con Unal, no pusiera el 1-0 en el marcador, el Pucela por ocasiones estaba mereciendo el gol.

Ünal y Guardiola acechaban la portería y el premio del gol acabó llegando en el minuto 44: Enes filtró dentro del área y Sergi solventó el mano a mano mandando el balón al fondo de la red. No obstante el linier levantó la bandera y el colegiado, tras consultar al VAR, confirmó el fuera de juego. Por lo tanto, con el 0-0 inicial se llegaba al descanso.

Y el gol llegó...

El Real Valladolid salió del vestuario convencido de que con su planteamiento el gol tenía que llegar, ya que el dominio ofensivo era blanco y violeta. El Girona, más allá de un córner, aguantaba como podía las constantes llegadas peligrosas del equipo pucelano, que lo probaba todo. 

En el minuto 67 llegó el éxtasis, la euforia, la locura... Waldo recibió en banda y filtró dentro del área para Ünal, que atrae gente y aguanta en pie con el balón controlado, lo deja de cara, para la llegada de Míchel, quien realizó un golpeo magnífico para poner el 1-0 en el marcador. Las más de 19.000 almas concentradas en Zorrilla gritaban, saltaban y celebraban como locos el tanto pucelano.

A raíz de ese momento el Girona tuvo buenos minutos, aunque también el Pucela pudo ampliar su renta gracias a un disparo con rosca de Plano que tocó el paloPere Pons tuvo la más clara de los gerundenses, apuró línea de fondo, y probó su lanzamiento que encontró una respuesta felina de Masip para enviar a córner. Lo siguió intentado el Girona, volcado al ataque, mientras que el Real Valladolid aguantó con la entrada de El Hacen por Ünal.

Cinco minutos de añadido, de tensión y dramatismo. En una contra pudo sentenciar el Real Valladolid, pero el disparo de Guardiola se fue alto. El conjunto catalán disfrutó de un córner en el que hasta su portero subió a rematar, pero la solidez defensiva pucelana quedó demostrada para lanzar una contra que Toni Villa, no logró culminar desde muy lejos a portería vacía. Una última jugada de los visitantes puso a prueba los nervios de los locales, jugadores y afición, que finalmente pudieron celebrar una victoria en Zorrilla.

Estos tres puntos dejan al Pucela con 35 puntos y lo sacan del descenso,  a expensas de lo que pase en esta jornada 34, el equipo duerme fuera de la zona peligrosa y adelanta al Girona si o si. El próximo sábado el equipo se mide al Atlético de Madrid en el Wanda, a las 16:15 horas.