Otra derrota cosechada esta última jornada por parte del equipo malaguista, otra vez en su feudo. En esta segunda vuelta ha quedado claro que el talismán no está en casa, donde ha dejado escapar infinidad de puntos... y se cumplen cien días de su última victoria en el partido disputado ante el Lugo donde tuvo que remontar un marcador adverso.

Este partido confirma que el estilo de juego desarrollado en el debut de Víctor Sánchez en el partido ante el Alcorcón no fue casualidad y confirma el giro de 360º en la forma de juego del equipo respecto a lo visto durante la temporada con Muñiz. Mayor presión en la línea atacante para el robo del balón, protagonismo del juego y ataques continuos aprovechando a los extremos del equipo es la principal consigna de los blanquiazules, donde un jugador está destacando por encima de los demás: Ontiveros.

Ontiveros y cambios desde el banquillo

El canterano está adquiriendo mayor protagonismo si cabe tanto en las contras del equipo como en el peligro por las bandas al igual que en tiros a puerta efectuado. Un jugador muy completo que está mostrando todas las virtudes que posee en el equipo.

La posesión del esférico junto al control del juego es otra de las "obsesiones" que quiere inculcar el nuevo míster donde el balón es conducido desde la parte defensiva del equipo a través de pases cortos con criterio frente al juego por alto o directo que en infinidad de ocasiones se reflejaba con Muñiz en el banquillo. Las sensaciones mostradas por parte del equipo son positivas dado que juega a buscar la victoria, sea en casa o a domicilio, y esto ha sido gracias al trabajo psicológico ejercido por parte del actual cuerpo técnico liberando de presión a los jugadores en su juego.

Lo negativo tras esta jornada es que a pesar de las sensaciones positivas del equipo en su forma de juego el equipo cosechó una nueva derrota y, lo que es más grave, ante un rival directo que logró empatar el gol average. La afición abandonó el estadio resignado al resultado de 0-1 impotentes ante un partido donde se vio que el dominio del juego y la intenciones de victoria lo puso el Málaga CF pero el RCD Mallorca logró lo realmente importante en el partido: perforar la portería contraria que le permita obtener los tres puntos. Ante la incredulidad de los presentes, fue lo que ocurrió.

Doble efecto negativo tras la derrota

Si el juego mostrado por el equipo se hubiese llevado a cabo desde hace varios meses quizás esta no sería una derrota clave pero dado la proximidad de la finalización de la temporada ha tenido un doble efecto negativo: se aleja definitivamente de las opciones de ascenso directo y cuenta con un solo punto de ventaja para mantener los puestos de promoción de ascenso respecto a sus rivales. La clasificación se comprime y ahora el próximo partido que se disputará el lunes en el Ramón de Carranza ante el Cádiz será una " gran final", comparable a aquellos partidos de antaño de hace veinticinco años donde estos enfrentamientos eran de alta intensidad entre rivales andaluces.

Ahora no hay tiempo para un mejor juego, aunque siempre es mejor perder con las sensaciones ofrecidas ante el RCD Mallorca que ante el Granada CF pero el fútbol es "tan cruel" que a estas alturas  solo valen los resultados para poder alcanzar opciones de ascenso";equipos como el Deportivo, Oviedo o Sporting de Gijón aprietan para llegar con opciones matemáticas a la promoción de ascenso.

A Víctor Sánchez le queda mucho trabajo. Tras la decisión de la presidencia de cambiar de entrenador y éste tras tener una identidad en su forma de juego con el equipo así se debe luchar hasta el final, con sus ideales. Los jugadores se lo deben creer, y la afición debe seguir creyendo en el ascenso aunque sea vía promoción...