El trabajo de Diego Martínez en este Granada está dando sus frutos. El técnico gallego prioriza sus equipos desde el orden, el compromiso defensivo y la intensidad desde el pitido inicial hasta el minuto noventa y cinco de cada encuentro. Eso demuestra la clasificación de la Liga 123 cuando encontramos al Granada en segunda posición. Los rojiblancos han llegado en puestos de ascenso directo a falta de seis jornadas gracias a un aspecto fundamental en el mundo del balompié, la regularidad.

Dieciocho porterías a cero

El Granada es el equipo menos goleado de la categoría con veintitrés goles en contra, una media de 0,64 goles por partido. Una barbaridad, pero eso no es todo. En la mitad de los encuentros que ha disputado el conjunto andaluz, es decir, en dieciocho jornadas ha mantenido la puerta a cero. Un mérito del que seguro tiene culpa Rui Silva, pero también los otros diez futbolistas que se dejan la vida en cada partido por el bien común.

Y es que, por muy mal que vaya el partido en el aspecto ofensivo, en esas dieciocho jornadas como mínimo un punto ha logrado el equipo rojiblanco. Si no puedes ganar, no pierdas. Una consigna que tienen muy clara los pupilos de Diego Martínez.

Solo derrotas por la mínima

Siete veces ha caído derrotado el Granada en las treinta y seis fechas disputadas hasta ahora. Y en ninguna de ella se ha visto superado por más de un gol. Siempre que el Granada ha perdido lo ha hecho por la mínima. Un dato que dice mucho del carácter competitivo de un equipo que no tira la toalla hasta el pitido final.

El calendario ha deparado unas jornadas finales de infarto para los de Diego Martínez. Visitar el Carlos Tartiere, el Carlos Belmonte y Son Moix, y recibir al Cádiz con el play-off en juego. De la continuidad del cerrojo nazarí dependerán en gran parte las opciones de ascender de forma directa a la élite del fútbol español.

 

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