El  Granada CF ha salido del Carlos Tartiere con un empate a uno, aunque pudo salir con una victoria si Germán Sánchez hubiera acertado a despejar un balón, aparentemente sin dificultad, en los minutos finales del encuentro. Pese a eso, el encuentro del central ha sido excelente. Precisamente sobre ese detalle y del resto del partido ha comentado Diego Martínez en rueda de prensa tras la finalización del mismo: "Evidentemente cuando uno encaja en los minutos finales te vas con mal sabor de boca. El fallo esta vez le le ha tocado a Germán, pero es un error de todos porque este equipo cuando falla, fallamos todos y cuando acierta alguien, acertamos todos".

"El partido lo teníamos controlado, en la segunda parte después del gol tenemos una mejor fase del partido. Destaco la acción de Vadillo que de pase atrás, el gol de Ramos por un fuera de juego al límite...Te queda mal sabor de boca pero estoy orgulloso por cómo ha competido el Granada ante un buen rival. Nos ha costado jugar, ante un equipo que apretaba bien arriba. Es así este final de temporada, partidos igualados, dependiendo de detalles, lamentablemente no nos dio para ganar", expresó el técnico.

Respecto a la diferencia entre la primera y la segunda mitad, Diego Martínez comentó lo siguiente: "En la segunda parte la mentalidad ha sido la misma, otra cosa es que las cosas salgan o no. El Real Oviedo presionó muy bien en la primera, y tiene más merito lo suyo. En la segunda el gol nos dio confianza, pero en todo momento hemos sido competitivos. Cuando el partido lo teníamos controlado, llegó la acción del gol, aunque a pesar de eso hemos intentado hacer el 1-2. Este partido así de loco en los minutos finales viene por la actitud de los dos equipos de querer ganarlo".

En cuanto a la posición en la tabla, Diego sigue prefiriendo no hablar de ello: "Nosotros no miramos la clasificación hasta la última jornada. Tenemos 68 puntos y estamos muy orgullosos. Faltando cinco partidos se ve que hay equipos que compiten, como el Oviedo. Todo puede pasar". Por último, habló sobre las siete tarjetas amarillas que vio el Granada ante el equipo asturiano: "Hay gente tocada con situaciones en el tobillo y golpes. Fue un partido de mucha tensión, con dos equipos empleándose a fondo. Hubo muchas amarillas, es mi percepción, pero hay algunas que fueron evitables por nuestra parte".