El partido disputado el pasado 22 de diciembre de 2018, correspondiente a la décimo novena jornada, fue inesperado. Lo que parecía que iba ser un encuentro equilibrado y tosco, se acabó convirtiendo en un monólogo de los amarillos. Ambos conjuntos llegaron al encuentro en situaciones totalmente diferentes. Por el lado local, los de Cervera, séptimos clasificados con 29 puntos en su haber, venían de sufrir una dolorosa, e injusta, derrota en Málaga que acababa cortando una racha de siete partidos consecutivos ganando. Mientras tanto, el Dépor, ubicado en la cuarta posición con 35 puntos, arribaba al duelo tras una plácida victoria en casa frente al Zaragoza.

Los diez primeros minutos del encuentro fueron de titubeos. Tanto Cádiz como Deportivo mostraron a cada uno como iban a jugar y de que forma intentarían llevarse el encuentro. Tras ello, el Cádiz, aprovechando la velocidad de sus bandas, comenzaría a infiltrarse en las filas coruñesas con suma facilidad. El primer tanto del encuentro llegaría poco después cuando Jairo lograba zafarse de su marcador, llegaba al borde del área, colgaba el balón y Lekic la enviaba a la jaula. Acto seguido llegaría la respuesta del Dépor con un potente disparo de Expósito que Cifuentes, muy atento durante todo el encuentro, lograba despejar con la manopla izquierdo. A partir de aquí, el Cádiz cerraría su zaga, eliminando cualquier peligro coruñés y llegando así el final de la primera mitad.

En la reanudación, los coruñeses introducirían a Krohn-Dehli por Bergantiños en una búsqueda por una mayor posesión de balón y filtración de pases. No obstante, este movimiento acabaría mermando defensivamente el centro del campo de los visitantes, algo que Cervera acabaría aprovechando. Fue entonces cuando, tras varios intentos vanos del Deportivo, Álex Fernández, aprovechando la flaqueza del centro del campo, conseguía colarse en área visitante para dejársela de cara a Vallejo y que este la hundiera en el fondo de las mallas de Dani Giménez. Tras el segundo tanto, el partido comenzaría a perder ritmo y fluidez en el juego, lo que, definitivamente, acabaría matando a los gallegos.

Finalmente, y cuando todo parecía que el marcador no volvería a moverse, Carrillo, quien había entrado en la segunda parte, acabaría fusilando desde dentro del área a un Dani que nada pudo hacer para detener el esférico. De esta manera, el árbitro decidía decretar el final de un encuentro donde el vendaval amarillo volvió hacer gala de su gran efectividad goleadora.