Tranquilidad, bendita tranquilidad. Esa es la  sensación que rodea al equipo y aficionados tras lograr en objetivo inicial de la temporada, la permanencia. El equipo armero se prepara ya para el próximo duelo liguero frente al Villarreal FC, un duelo en el que el sosiego de unos se convierte en la necesidad de otros.

Este duelo, no es la primera vez que se repite. De hecho, el Villarreal es uno de los equipos con el que más veces se ha enfrentado la SD Eibar a lo largo de su historia. Casi una decena de veces en los últimos 4 años en los que la igualdad ha sido la protagonista. Una situación que parece que se va a volver a repetir esta misma semana.

Echando un poco la vista atrás, los duelos entre ambos equipos siempre han sido parejos. Los últimos 8 combates no han decantado la balanza para ningún bando, con 3 victorias para cada equipo y únicamente dos empates. La derrota más llamativa fue quizás aquel 3-0 en La Cerámica hace menos de dos años. Una goleada dura que no sentó nada bien a la afición ni al propio técnico guipuzcoano.

 

A pesar del buen rendimiento general de esta campaña, José Luis Mendilibar no podrá contar con muchos de sus jugadores, la mayoría de ellos lesionados desde hace tiempo. Hombres como Rubén Peña, Anaitz Arbilla, Pedro Bigas, Pape Diop o Marc Cardona deberán ver el duelo desde sus casas. Un situación difícil para el técnico de Zaldibar que ha sabido solucionar estos últimos partidos.

No obstante, las cosas esta campaña parecen muy diferentes a las anteriores. El Villarreal se juega la vida en un final de la temporada que nadie se podía imaginar hace unos meses. El Eibar intentará aprovechar la dinámica local para hacerse con los tres puntos y alzarse lo máximo posible en la clasificación.