Si de verdad se pensaba en la plantilla que había posibilidades de alcanzar los puestos de Champions League pese a lo difícil de verse obligado a ganar los últimos seis puntos, entre ellos ganar en el Wanda Metropolitan (algo prácticamente imposible), para por lo menos tener alguna probabilida.Ad demás, sus rivales para esos puestos no debían ganar sus partidos correspondientes.

Así no se puede luchar

Pero como en muchos partidos de esta temporada, los de Caparrós volvían a salir distantes y sin motivación, en vez de parecer que luchaban por una mínima posibilidad parecía un equipo muerto que no se jugaba nada en absoluto. Un Atlético de Madrid a medio gas consiguió encerrar a los sevillanos en su área, pues en los dos primeros minutos ya obtuvo 2 saques de esquina, el cual uno tras remate de Godín acaba paseándose por el área con mucho peligro.

Solo en un arreón pudo meter un poco al conjunto nervionense en el partido, en una buena combinación de Sarabia y el Mudo Vázquez que acaba con una buena mano de Jan Oblak para enviar a saque de esquina.

Pero hasta ahí jugaron los visitantes, que se vieron sometidos a intermitentes ataques sin mucha fuerza de los de Simeone, pero que aun así hacían mucho daño en el área de Vaclik, que tuvo que sacar un par de esplendorosas manos para evitar el gol colchonero, pero en una contra conducida por Koke que recorría más de 30 metros con el balón en sus pies sin oposición del centro del campo sevillista y desde la frontal trató de realizar un “pase-chut” que mal desviado por el central danés Kjaer acababa desviando la trayectoria y con un Vaclik despistado que ni trató de lanzarse por el balón acabó convirtiéndose en el 1-0 en el minuto 29.

Poco más destacable en una fatídica primera parte, con los madrileños amarrando el resultado, y con un Sevilla FC sin ideas, que además sufría la enésima Lesión de Gonalons, como nos tiene acostumbrado, que en una normal y buena carrera a la contra que pudo suponer una grata ocasión acabó frenándose y pidiendo el cambio, siendo sustituido en el minuto 34.

A su vez en otra jugada esporádica del Sevilla FC en un buen centro de Munir acababa rozando de forma extraña Pablo Sarabia que lo tenía todo a placer para hacer el 1-1 pero no pudo finalizarlo.

Si hubieran empezado antes

Comenzaba la segunda parte con una depresión muy grande en los jugadores del Sevilla FC, con Kjaer mandado a sentarse en el banquillo durante el descanso y con la salida de Aleix, se tocó un poco las líneas, quitó al danés que no estaba cuajando un buen partido como nos tenía acostumbrados y centró a Gnagnon que cuajó una gran segunda mitad, y puso al catalán de lateral izquierdo a pierna cambiada para frenar a Juanfran he intentar hacer algo de daño.

Pese a que la idea sobre el papel era algo más que lógica, tardó muchísimo en funcionar, pues volvió a salir desmotivado a los del entrenador utrerano, Pudo e hizo daño con una tanto de Correa, que fue anulado por posición antirreglamentaria.

Pero alrededor del minuto 60 empezaron a darle la vuelta al partido los de Sevilla, con Aleix colgando centro que no conectan con los rematadores por milímetro, y con un equipo más volcado a la presión, algo que supuso una tarjeta amarilla a Roque Mesa y una posible segunda que De Burgos le perdonó.

Pero con un Mudo más activo y móvil que agarró un balón desde la banda izquierda y colgó al segundo palo donde Sarabia con fortuna colaba al fondo de la red tras tocar con la cara interna del palo, y con el rebote de Montero se hacía el 1-1 en el minuto 70.

Instantes después de nuevo el madrileño pudo cazar un buen balón a las espaldas que no consiguió controlar. Y la sensación del partido era que los que no habían aparecido en todo el partido podían darle la vuelta en cualquier momento, pero Pablo Sarabia, solo contra Oblak tras una gran jugada a la contra de Ben Yedder y Mudo Vázquez, falló incomprensiblemente enviando el balón a las nubes. Además, el guardameta esloveno tuvo uno de sus días de oficina donde salvaba los muebles a su equipo, blocando con tranquilidad los chuts lejanos de Navas y Sarabia y despejando un balón a bocajarro a dos minutos del pitido final del remate de Aleix Vidal.

Finalmente, con el empate el Sevilla FC no le dice adiós al miedo de jugar las fases previas de la UEL por caer en la séptima plaza, pero tampoco puede dejar de soñar con la Champions League, pues si ganase su próximo partido y el Valencia no puntuase, y el Getafe CF no ganase algo casi imposible por sus enfrentamientos, podría acabar en el cuarto puesto. De momento tiene que conformarse con la sexta plaza, y salir a arrollar en el Sánchez Pizjuán para finiquitar de una vez esta temporada de altibajos y decepciones.