Sergio González se presentó en sala de prensa radiante de felicidad y con su jersey de la suerte: "He llegado a pensar en si perdíamos por no ponerme el jersey. Estoy pensando en subastarlo para algo benéfico".

Tremendamente emocionado, como reflejaba su cara, Sergio González compareció en estado de shock para explicar lo que siente en estos momentos tan felices: "Son sensaciones brutales por lo vivido, hasta una bajada de tensión. Estoy muy agradecido por la respuesta de la afición, que nos ha acompañado todo el año, y especialmente agradecido por el trabajo de los futbolistas. Por la travesía que han tenido en Primera lo han merecido y el fútbol ha sido justo con ellos. De la mano hemos ido creciendo y han conseguido algo histórico. No quise saber lo que pasaba en Montilivi, solo al descanso. Todo lo demás ha sido gestión del banquillo». 

La euforia desbordó en la sonrisa del míster blanquivioleta: Lo importante es haberlo conseguido. Hemos tenido sensaciones de partidos a vida o muerte, y aun así el equipo ha demostrado muchas ganas de quedarse en Primera. Estoy muy contento por los jugadores, y también por las familias que sufren una barbaridad y también por vosotros. Es un paso brutal en nuestras carreras". 

El técnico del Real Valladolid dedicó la permanencia a la afición, a sus futbolistas, "que han demostrado que son de Primera", y a la directiva, además de a Miguel Ángel Gómez, "que confió en mi hace un año para coger al equipo en Segunda".

Además, habló sobre los obstáculos que se han encontrado y han superado: "No tengo una sola palabra para describir todo lo que hemos vivido. A todo lo que nos hemos sobrepuesto, todos los golpes que hemos recibido, también de parte del VAR y de todo se han levantado los chicos. Creo que no somos conscientes de lo que hemos conseguido".