El Real Valladolid es de Primera. Lo ha sido siempre, al igual que su afición, su equipo, y la ciudad a la que representa. Pero, después de esta noche, tras la victoria en Vallecas y la derrota del Girona, también se puede gritar bien alto que el Pucela estará en Primera la siguiente temporada. 

Sergi Guardiola. Con nombre y apellido. El salvador del Valladolid. Se fabricó una jugada en la recta final del partido en Vallecas que hace que el conjunto pucelano siga un año más en Primera. Sufriendo, especulando demasiado ante un Rayo que no se jugaba nada... pero le sirvió. Quizá los nervios atenazaron al Valladolid, pero tiene en Guardiola a su líder. Los dos goles salieron de sus botas, aunque el primero lo enviase a la red Ünal, que se marcó un partidazo.

Pero el partido cambiaría, el Rayo Vallecano poco a poco ganó metros. Era el último partido de la temporada ante su afición, y trató de despedirse con buen sabor de boca. Achuchó y metió al Pucela en su campo, con varias ocasiones que a punto estuvieron de acabar en gol. Sobre todo, una que falló Medrán en el área pequeña tras un perfecto centro de Bebé. También la tuvo De Tomás, que se fue de la defensa con mucha clase, pero delante de Masip envió la pelota por encima del larguero. Se hizo larga la primera mitad, pero acabó con 0-1.

En la segunda parte marcó. Después de tener innumerables ocasiones para marcar, fue Medrán el que se adelantó a toda la defensa del Valladolid para, con la cabeza, empatar el duelo. En Pucela se echaban las manos a la cabeza. Tanto especularon que les estaba costando caro. Pero mantenían una esperanza: Sergi Guardiola. Toda la afición le rezaba a su killer. Y apareció. Como mejor sabe hacerlo. Moyano en banda y se asoció con Ünal y se sacó de la chistera una jugada para cruzar la pelota de disparo raso y que el éxtasis se trasladase a la afición vallisoletana. Un año más en Primera. Y todo gracias a Guardiola.