Albacete BP y Granada CF se veían las caras en el primero de las cuatro finales restantes de la Liga123. Un partido que, sin duda, presentaba tintes de auténtica final por el ascenso, enfrentándose el tercer clasificado contra el segundo. Sin duda, un encuentro igualadísimo entre dos conjuntos que lo darían todo y que finalizaría con la alegría de unos y con la decepción de todos.

El encuentro daba comienzo bajo esa expectativa de final anticipada que ambos técnicos habían tratado de disipar en la previa, aunque con poco éxito debido a que el escaso tiempo que resta para el final de temporada hacía soñar más que nunca a ambas aficiones. Los equipos se desplazaban sobre el verde con intensidad, conocedores de que cualquier fallo de concentración podría decantar esta igualada balanza y, con ello, quizá el segundo puesto de ascenso directo. El balón viajaba más por vía aérea que terrestre. Tan sólo con los primeros quince minutos disputados se intuía un partido obtuso, atascado. Un partido donde descuidar el control atrás en busca de la gloria podría traer una gran penuria pensando en el futuro devenir bien de manchegos o bien de andaluces.

A pesar de la exigencia defensiva la ambición de ambos no permitiría que la tranquilidad y el bostezo se implantaran sobre el Carlos Belmonte. Primero fueron los hombres de Luis Miguel Ramis los que metieron el miedo en el cuerpo de los granadinistas. Jérémie Bela probaba a Rui Silva desde el vértice del área con un disparo raso no muy certero pero que la gran cantidad de piernas obstaculizaban la visión del meta luso y lo convertían en serio peligro. El balón se marchaba desviado, cerca del palo izquierdo de la portería rojiblanca. Más tarde sería el turno de los hombres de Diego Martínez. En el rechace de un saque de esquina el lateral izquierdo Quini conseguía sacar un chut potentísimo que se estrellaría en la madera local. El ritmo del encuentro iba ‘in crescendo’ y era el Albacete BP el que comenzaba a imponer su dominio.

FOTO: LaLiga
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La dupla local compuesta por los atacantes Rey Manaj y Zozulia ganaba los lances aéreos al muro rojiblanco de Germán y José Antonio Martínez. El Granada CF, a falta de diez minutos para el descanso, achicaba el agua que su rival estaba consiguiendo producir. Extraño era que la afición albaceteña no hubiese cantado ya el primero del partido. Primeramente con un tiro mordido de Rey Manaj y después con un remate de Bela la afición desplazada desde Granada al feudo manchego enmudecía mientras aguantaba el chaparrón que le estaba cayendo en esta noche apacible de mayo manchego.

Con gafas se llegaba al descanso, tras una primera parte donde el conjunto de Luis Miguel Ramis se había acabado imponiendo con el paso de los minutos al de Diego Martínez, al que su motor principal Ángel Montoro no estaba consiguiendo carburar. El ‘Queso Mecánico’ parecía haberle robado la batería.

El guión de los últimos cuarenta y cinco minutos comenzaba de igual forma que el del final de los primeros. El conjunto albaceteño continuaba con el acoso a los granadinos, que sólo podían detener el peligro de los locales con faltas. En cuanto los jugadores de Diego Martínez conseguían recuperar el balón, enseguida notaban la presión de un rival y acababan perdiendo la posesión. Sin embargo, el Granada CF defendía su segunda posición en la tabla y no quería seguir estando de soslayo en el partido. Ante el dominio manchego los rojiblancos respondían con chispazos que estuvieron a punto de prender. En un despiste de la zaga local, Álvaro Vadillo recibía un magnífico pase de Alejandro Pozo, que acababa de entrar sustituyendo a Fede Vico, y se plantaba completamente sólo ante Tomeu Nadal. El estadio enmudecía y la ocasión era tan clara que parecía escucharse ya la alegría de los aficionados visitantes. Vadillo cruzaba la pelota pero el guardameta despejaba la pelota con un pie magistral.

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Los vítores se los llevaba Tomeu Nadal después de esta su primera intervención vital para los intereses de los de Luis Miguel Ramis. Poco después Germán volvía a meter el miedo en el cuerpo de los albaceteños con un remate de cabeza que se marchaba alto en un saque de esquina. El Granada CF demostraba que no estaba muerto e igualaba la pugna del encuentro. La entrada al campo de Pozo añadía descaro, sorpresa e, incluso, seguridad atrás para desbaratar alguna que otra contra con la que el Albacete BP trataba abrir la lata. No obstante, la lata se terminaría abriendo por el otro lado.

Los rojiblancos aprovechaban los espacios que había dejado su rival en el centro del campo para sortear la presión y el balón se lo llevaba Puertas. El almeriense encaraba la media punta y asistía a Adrián Ramos, que había entrado recientemente en el terreno de juego. El delantero colombiano recogía el esférico y se plantaba mano a mano con Tomeu. El tiempo se detenía en Albacete, enclave para la historia granadinista desde esta misma noche, y la alegría rojiblanca era la que se imponía sobre el verde. Adrián Ramos, jugador muy cuestionado por su falta de gol a lo largo de toda la temporada, cruzaba de manera magistral un balón que se introducía en las mallas del Carlos Belmonte.

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El estadio mostraba dos caras. Por un lado la felicidad en los rostros de los granadinos, que habían sufrido durante toda la primera parte. Por otro, la desolación y la incredulidad de los locales que, después de haber controlado gran parte del encuentro, veían como se empezaba a esfumar el sueño del ascenso directo. A raíz del 0-1, el Granada CF hacía gala de por qué está donde está. La maquinaria Montoro – San Emeterio se vio reforzada con la entrada de Azeez y empezaba a funcionar a su máximo nivel, contemporizando el partido pero no podría dormirlo del todo.

A falta de 5 minutos para el final, precisamente el cántabro San Emeterio veía la segunda amarilla y dejaba a su equipo con diez para el tramo final. El Albacete BP lo intentaría hasta el final aunque con más corazón que cabeza, sin poder aguar la fiesta rojiblanca que se producía en el estadio. El Granada CF era el primer conjunto que conseguía derrotar al Albacete BP en su propio feudo durante esta temporada. Una gesta digna de un equipo de Primera. Matagigantes.

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Con esta victoria el Granada CF da un paso de gigante en su pugna por el ascenso directo, dejando al Albacete BP a seis puntos a falta de tan sólo nueve por jugarse. Las banderas rojiblancas no sólo saldrán a pasear esta noche en los balcones granadinos. En Pamplona están de enhorabuena. El CA Osasuna consuma de manera matemática su ascenso hacia la élite del fútbol español gracias a este pinchazo del conjunto manchego. Por su parte, el Granada CF, un equipo castigado por el destino desde finales del siglo XX con descensos y fiascos a mansalva, podría confirmar también el suyo si vence al Cádiz CF el próximo domingo en el Nuevo Los Cármenes. No habrá granadinista que se precie que no recuerde este 20 de mayo de 2019 como el día en el que el fútbol volvió a sonreír al equipo de la ciudad de la Alhambra.

 

FICHA TÉCNICA

ALBACETE BP: Tomeu Nadal; Tejero, Álvaro Arroyo, Gentiletti, Borja Herrera; Dani Torres, Aleix Febas (Nico Gorosito, min. 93); Jérémie Bela, Álvaro Peña (Néstor Susaeta, min. 64); Roman Zozulia, Rey Manaj (Javi Acuña, min. 72).

GRANADA CF: Rui Silva; Víctor Díaz, Germán, José A. Martínez, Quini; Fede San Emeterio, Ángel Montoro; Álvaro Vadillo, Fede Vico (Alejandro Pozo, min. 54), Antonio Puertas (Ramón Azeez, min. 82); Rodri (Adrián Ramos, min. 72).

ÁRBITRO: Pizarro Gómez (colegio madrileño). Amonestó a los locales Roman Zozulia, Jérémie Bela, Gentiletti y Javi Acuña. Por parte de los visitantes, a Germán Sánchez. El rojiblanco Fede San Emeterio fue expulsado tras ver dos amarillas.

MARCADOR: 0-1, Adrián Ramos (min. 76).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 39 de la Liga123 de Segunda División, disputado en el estadio Carlos Belmonte, ante 15.014 espectadores.