Sin euforia alguna. Así ha comparecido Diego Martínez en la sala de prensa del Carlos Belmonte tras el triunfo de su equipo en un estadio donde nadie antes había ganado. “No hay nada acabado. Necesitamos tres puntos más y estoy seguro que nos lo van a poner muy difícil los tres rivales”.  Un Diego que no ha querido olvidarse de felicitar a Osasuna por su ascenso. “Muchas felicidades a Osasuna, han hecho una temporada fantástica y el ascenso es más que merecido. Me alegro mucho por la buena gente que encontré allí el curso pasado”.

Un triunfo muy celebrado

La explosión de júbilo de la parroquia nazarí fue total con el pitido final. Un solo triunfo en los tres partidos restantes haría matemático el ascenso, pero ese no es el motivo por el que Diego asocia la celebración de la victoria de hoy. “El Albacete no había perdido aquí, es un triunfo de muchísimo mérito. Además, antes de empezar el partido nos clasificamos matemáticamente para el playoff. Eso habla muy bien de la temporada que estamos haciendo”. Prudencia y serenidad en medio de la locura nazarí que se desató junto a los alrededor de seis cientos aficionados que arroparon al equipo en el Carlos Belmonte.

Los cambios, claves en el desenlace

El equipo estaba sufriendo en los balones aéreos y necesitábamos ganar seguridad. Pasamos a jugar con tres centrales y dos carrileros para hacernos fuertes en ese tipo de jugadas y ganar las caídas. Sabíamos que arriba íbamos a tener alguna. Vadillo no pudo acertar, pero Adri la enchufó”. La lectura de partido de Diego Martínez fue excelente, sobre todo en los cambios. El técnico explicó de esta manera los motivos por los que los realizó, destacando el trabajo de los tres hombres que entraron de refresco.

Sobre Alejandro Pozo, comentó que “tras semanas sin jugar, ha rendido a un grandioso nivel en una posición que no es la suya. Nos ha permitido fijar a sus hombres de banda y poder salir a la contra con velocidad. Esto habla muy bien del compromiso de Pozo. Estoy muy orgulloso del compromiso de todos, de los que juegan como de los que no”.

Adrián Ramos tuvo frialdad y sangre fría para trazar un desmarque perfecto y batir a uno de los guardametas más en forma de la liga, Tomeu Nadal. Así de feliz se mostraba Diego con los goles tanto de Ramos como de Rodri en estas dos últimas jornadas. “Se lo merecen mucho. Siempre hemos creído en el trabajo de ambos, en su humildad. Me alegro mucho por ellos”.

Orgulloso de un equipo que contagia a su afición

El técnico no quiso salir de rueda de prensa sin acordarse de los desplazados hasta Albacete y de toda la afición nazarí. “Gracias de corazón a los desplazados, y a todos los granadinistas. Desde la jornada dos cuando nos empatan en casa y nos aplauden, siento que este curso íbamos a tener una conexión especial. Estoy muy orgulloso que mi equipo contagie a su afición de esta manera”.

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