Franco Di Santo fue el fichaje sorpresa de los últimos compases del mercado invernal. Aterrizó en el Rayo Vallecano el uno de febrero con la intención de ser el recambio de garantías para Raúl de Tomás que Míchel no veía ni en Javi Guerra, ni en el canterano Sergio Moreno, a quien incluso hizo debutar en Primera División.
Franco Di Santo se marcha por la puerta de atrás
Pero el tres veces internacional con Argentina, ex de Chelsea, Wigan, Werder Bremen y Schalke 04, no ha logrado su objetivo. Míchel comenzó haciéndole saltar al césped como revulsivo al final de los partidos, con la intención de ayudar a Raúl de Tomás a mejorar sus prestaciones ofensivas, o incluso para ser el comandante del ataque. Pero su falta de acierto le quitó oportunidades, y finalmente ha participado en seis partidos, partiendo en uno de ellos como titular, jugando un total de 168 minutos, y no ha visto portería.
Además, el argentino fue expulsado en una ocasión. Ocurrió en el partido contra el Betis, donde el colegiado, en el tiempo de descuento, le mostró la roja directa por menospreciar al árbitro del encuentro, que era Mateu Lahoz. Esta sanción, que le duró dos choques, le impidió participar ante Eibar y Valencia.
En los últimos cuatro duelos de la temporada, Jémez optó por otorgar más galones a Javi Guerra, a quien ya conocía de su anterior etapa en el Rayo Vallecano, para sustituir a Raúl de Tomás durante los dos partidos consecutivos que no pudo ser de la partida del equipo madrileño, o incluso para darle descanso. Parece improbable que Franco Di Santo amplíe su compromiso con la entidad franjirroja, con quien finaliza contrato a final de la temporada. Pero el argentino confía en continuar al menos un año más en el fútbol español, ya que, según afirmó, junto a Alemania e Inglaterra, La Liga es de las competiciones que más le gustan.