El Sevilla, en su afán de seguir creciendo, aún tiene varias tareas pendientes. Tales como acoger una final de un gran campeonato continental en el remozado Ramón Sánchez Pizjuán, pues no hay que olvidar que Nervión presenció una final de Champions entre FC Barcelona y Steaua de Bucarest en 1982, que se decidió desde los once metros con un resultado favorable a los rumanos. 

Mucho tiempo lleva el club sevillista detrás de la final de 2021, eso no novedad, pero lo que sí es noticia es el comunicado personal de la UEFA al Sevilla con respecto a la elección de la sede. Dicho mensaje explica que el máximo organismo de fútbol en Europa ha decidido alargar hasta el día 24 del mes de septiembre su tiempo de reflexión, pues el estadio andaluz no es el único candidato. También se postula un viejo conocido por el sevillismo, el Dinamo Arena de Tiflis, donde los hispalenses perecieron en la Supercopa de Europa de 2015 ante el FC Barcelona por 5-4. 

En un principio, estaba previsto que el fallo se hiciese público un día antes de la final de Bakú en la misma capital azerbaiyana, pero finalmente habrá que aguardar hasta el noveno mes del año, que será cuando comité ejecutivo de la UEFA se reúna en Ljubljana, capital de Eslovenia. 

Ante la posibilidad de que un partido de tal calibre se pueda hospedar en Nervión, el Sevilla se ha puesto el mono de trabajo para aclimatar su santuario a las exigencias de la UEFA, las cuales han privado al Pizjuán de ser la casa de la final de 2020